Aunque no espero que lo entienda la caverna y su cavernícola líder.

La esfera de lo privado es algo a lo que no tiene derecho a acceder y violar nadie. Si usted mea "de pie o sentado", que ya se sabe lo que eso significaba en la corte de la reina Isabel II de España cuando se referian al consorte, no es asunto del obispo ni mio, es asunto suyo.

Un profesor debe mantener siempre su intimidad guardada de los alumnos y de los padres de los alumnos. Rumores podrán haber muchos, pero solo serán rumores, y todos los profesores tienen rumores muchos falsos y verdaderos. A un profesor en ocasiones le toca llevar a sus hijos a centros educativos donde no entren en contacto con sus alumnos, pues son temerosos de problemas que puedan sufrir sus retoños.

Un colegio católico puede estar presidido y bien gestionado por un divorciado. Los problemas de alcoba de un señor director o señora directora son suyos y no del colegio. Y estoy seguro que un señor divorciado o una divorciada tiene una experiencia personal que más valdría escuchar, valorar y aprender. En otras puede que no merezca la pena ni escuchar o valorar, porque el personaje sea un impresentable. Pero estoy seguro que una experiencia de vida es muy rica en moralejas.

Lo mismo como cuando un divorciado preside una cofradía o da clases de religión. Son personas de carne y hueso, a los que en la vida algo no les fue bien y no merecen que alguien tan ruin como usted, tan falto de misericordia en su corazón, y con una peligrosa propensión a denunciar para hundir a los demás, venga a destrozarles más su vida.

Estoy seguro que si su mujer se fuese mañana de casa a acostarse con sus amigos y compañeros del trabajo, pediría usted hasta el divorcio para apartarla todo lo posible de usted y de sus hijos tal y como le pasó a un vecino que tuvo que poner hasta un océano de por medio.

PD: Lo de adultero lo será usted, porque faltar al respeto a las personas divorciadas revela en usted un síntoma de putrefacción moral. Mucho ver pajas en ojo ajeno y poco ver la viga del suyo. ¿Acaso llamar adúlteros a otros le sirve a usted para creerse mejor marido y mejor católico? Que asco da. Como cuando llamó amancebado a un pobre jugador de fútbol fallecido trágicamente con un niño en camino y sin estar casado.
Volver arriba