Los supuestos mediadores de ETA con los políticos y gobiernos de España y Pais Vasco siempre han crecido como setas. Desde un sacerdote irlandés, de nombre ya olvidado, que se vino a relacionarse con criminales hasta este jeta sudafricano que se llama Brian Currin.
De Currín todos nos acabamos de enterar que existe, que recibe importantes fondos de fundaciones y personas, y que no contento con su forma de mediar y gastar los cuartos, ahora quiere 10 euros de cada vasco. Pues lo que debiera recibir es una patada en su culo y para Sudáfrica. Me irritan los jetas como estos, los oportunistas dispuestos a dar micrófono a asesinos para embolsarse jugosas cantidades de dinero.
Y lo mismo debo decir de esa pandilla de famosos mediadores internacionales que vinieron a darnos lecciones a todos sobre como tratar a los terroristas. A los terroristas de ETA hay que darles el trato de la carcel, y a su entorno que alimentaron y respaldaron sus crímenes la marginación y el rechazo.
Estoy seguro que ETA volverá a las armas, y los jetas como Currin seguirán mediando, creciendo y asegurándonos que ellos creen en el diálogo. Y con su manía por dar voz a ETA este sujeto ha contribuido a los crímenes de ETA, pues si todos hubieran aislado a la banda antes en lugar de ir a chupar del bote y a hacerse las estrellas mediadoras, antes habría desaparecido la banda de la serpiente.