La manifestación por la vida.
No éramos ni un millón ni medio millón. Éramos alrededor de unos trescientos mil (El manifestómetro dice que unos 75000). Es lo que caben en esas calles, y eso si no contamos las obras de Gallardón. Pero es una gran cifra y hay que sentirse orgullosos de ella. Manipularla solo sirve para sembrar mentiras. Que otras manifestaciones anuncien que caben dos millones en la Plaza de Cibeles, es porque son unos mentirosos. Pero yo he estado en cinco manifestaciones por allí y aquello estaba bastante a rebosar, y ni en los orgullos gays he visto tal cosa en Cibeles.
Fui con siete socios (y algunos de ellos amigos) del colectivo CRISMHOM. Estuve llamando a mi abuelo adoptivo durante el día para saber por donde estaría. No sabía con quien sumarme y pensaba aunque solo fuera estar con unos y con otros. Pero Paco Pepe tenía apagado el teléfono y me quedé con los crismhonitas. La verdad es que siete homosexuales fueron de lo más aceptados en la manifestación y ni una protesta. Tan fascistas digo yo no serán los que allí estuvimos.
Hubo muchas cosas que me encanto ver por allí, la primera la asistencia y la gran cantidad de jóvenes. La segunda a Esperanza Aguirre haciendo unas declaraciones magníficas a la COPE, y yo no soy de los que la piropean en este blog. Me gustó la presencia de banderas de España, ese orgullo de sentirnos españoles y contentos con nuestra bandera. Pareciera que debiéramos vivir el resto del año medio timoratos por la intolerancia de esos republicanos e independentistas que acostumbran a quemarlas. Pero lo que más me gustó es que allí había toda clase de gente, unos eran radicales opositores al aborto, otros eran partidarios como yo de prevenir abortos y de que la mujer elija dar un SI a la vida, pero allí todos los presentes teníamos en común que no nos gusta el aborto y cuantos menos sean mejor.
Hubo cosas que no me gustaron. La primera era el Foro de la Familia pidiendo dinero, ¿para qué? Pues según decían unos con las huchas que la manifestación costaba mucho dinero y había que pagarla, pero otros decían que ese dinero era para madres solteras. Es decir, o no sabían para qué era el dinero de las huchas o no querían decirlo. Otra cosa que no me gustó fue la megafonía, era horrorosa y no se oía nada fuera de Cibeles. Y otra cosa vergonzosa fue ese partido cadáver que fracaso en las elecciones al parlamento europeo, hizo campaña y no con las siglas, sino con los triángulos que lo caracterizan y pidiendo no votar ni al PP ni al PSOE. Habían tenido la indecencia de elaborar carteles a los que les habían puesto un celofan cubriendo las siglas, pero a la luz de Sol las siglas se veían, junto con los triángulos que no quisieron cubrir.
Lo que me pareció fatal es la nula presencia episcopal. Creo que se han lucido una vez más. Les da por manifestarse contra el matrimonio homosexual argumentando mentiras como que arrasará el matrimonio cristiano, y cuando hay que luchar contra el aborto, que es un tema de mucho mayor gravedad, desaparecen. Es más, ellos achuchan a las masas y luego les dan la espalda. El primero de todos Rouco, que es el verdadero culpable. Ya me dirán que obispo va a dejar en evidencia en su propia diócesis al cardenal Antonio Maria, pues ninguno.
Hoy ya escuchamos a Rajoy anunciando que pedirá retirar la ley. Pues yo que Rajoy, le metería un puñado de enmiendas a la misma para entramparla y obligar a retrasarla todo lo que pueda. Pero tras el Gurtel, dudo mucho de Rajoy y de su liderazgo al frente del PP.
En fin, que felicidades a los organizadores, felicidades a todos los asistentes y que preparen pronto otra. Y si falta dinero, pásenle la factura a la Conferencia Episcopal, que ya está bien de no hacer ellos nunca nada. Si 130000 € fueron los costes, pues que hagan otra igual, que bien económico es.