(Penitencia 5)El añorado Martín Descalzo tituló su famoso libro "Un cura se confiesa". Estaría de acuerdo en decir, al hilo de Martini que "confesor y penitente se confiesan y perdonan mutuamente".
No es ripio, sino una verdad como una casa. Lo acentuaba el cardenal Martini al decir que penitente y confesor se ayudan mutuamente a reconocerse pecadores y receptores de perdón por parte del Único que perdona...
Lo que ocurre es que el confesor sale ganando. Viene una persona penitente, me recuerda que yo también soy pecador perdonado, mientras yo se lo recuerdo a ella y oramos juntos para ser liberados. La persona se marcha alegre. A continuación, viene otra y otra. Y yo salgo ganando.
Cada una de estas personas ha tenido una oportunidad de que le recuerden su condición pecadora y la alegría del perdón, a la vez que esa persona se lo ha recordado al confesor. Pero este último sale ganando, porque si han venido esta tarde veinte personas, le han recordado a él veinte veces que es pecador perdonado. Él sale ganando por uno contra veinte.
Desde mi experiencia puedo asegurar que es así, resulta privilegiado el confesor. Veinte personas me han recordado veinte veces esta tarde que soy llamado a convertirme, que no estoy libre de pecado y que puedo y debo creer en el perdón. Yo he tratado de recordárselo a cada uno de ellas, pero sin duda me llevo la parte del león, he salido ganando... Pues muchísimas gracias...