En menos de una semana, dos declaraciones de la Santa Sede hicieron noticia en todo el mundo. La primera dice relación con el acceso a los sacramentos de parte una mujer madre soltera; y la segunda una declaración doctrinal que abre las bendiciones a las parejas denominadas por el mismo documento como "irregulares”.

Sobre estos temas consultamos al teólogo Guillermo Rosas, sacerdote de los Sagrados Corazones y doctor en Sagrada Liturgia por el Pontificio Ateneo Sant'Anselmo de Roma. Acompaña como sacerdote, desde 2014, a la Pastoral de la Diversidad Sexual en Santiago y ha trabajado largamente con estudiantes y jóvenes.

Sobre las madres solteras que han optado por mantener a sus hijos fuera del matrimonio, la carta vaticana indica que no se les debe impedir, sino alentar el acceso a los sacramentos. El Dicasterio para la Doctrina de la Fe, que lidera el prefecto Víctor Manuel Fernández, respondió así a una pregunta del obispo de San Francisco de Macorís, República Dominicana, Ramón Alfredo de la Cruz Baldera.

Al respecto, Guillermo Rosas considera que el hecho de "responder de este modo público a la pregunta de un obispo, es importante para que muchos que “se creen más papistas que el Papa”, dejen de negar la comunión a personas que, por la mera razón de su maternidad fuera del matrimonio, no están impedidas de hacerlo. Que se diga expresamente es bueno y aclarador".

Añade que, "el que algunos sacerdotes y obispos desconozcan las propias normas de la Iglesia es serio, sobre todo cuando terminan siendo más estrictos que lo que el mismo Derecho Canónico establece".

Diversidad sexual

"Lo que sí es nuevo, un pasito adelante", dice el religioso, es que con el documento "Fiducia supplicans" del Dicasterio para la Doctrina de la Fe, aprobada por el Papa, "será posible bendecir parejas formadas por personas del mismo sexo", algo que hasta hace poco había sido descartado por el mismo Dicasterio que hoy publica esta declaración.

─ ¿Por qué lo considera solo un "pasito"?

─ Porque seguimos lejos de una bendición como la que las parejas homosexuales católicas sueñan: una bendición con una festividad y ritualidad semejante a la que la que celebran las parejas heterosexuales.

“El gran escollo no es la liturgia, sino la idea que la moral tradicional católica mantiene respecto a las personas del mismo sexo que, a partir de su amor, quieren realizar un proyecto de vida juntos”.

─ ¿Qué sería necesario para avanzar más?

─ En el caso de las personas de la diversidad sexual, mientras no cambie la idea o la concepción moral de fondo, los avances son limitados. Se debe llegar a la convicción de que la diversidad sexual no es una opción, sino una orientación o condición; esas personas nacen así y su orientación afectivo-sexual es, por lo tanto, parte de su naturaleza personal. Mientras esta concepción permanezca, se va a considerar que la unión de dos personas del mismo sexo es pecaminosa porque no corresponde a la naturaleza humana.

"La única manera de que se avance efectivamente en una bendición equiparable a la de las parejas heterosexuales, será cuando se afirme que la realidad de la diversidad sexual es una posibilidad de la naturaleza humana, y no una situación de pecado. Este límite no se toca en la Fiducia supplicans".

─ Pero se admiten "bendiciones" que estaban prohibidas expresamente...

─ Cierto. Y allí estamos en un ámbito estrictamente intra celebrativo, en el cual ─además─ se traslada la bendición al ámbito de la piedad popular, porque se dice expresamente que no puede haber ningún rito litúrgico ni mucho menos sacramental, sino que tiene que ser una bendición espontánea dada por el sacerdote, creada por él en el momento e impartida en un momento cualquiera, por ejemplo, al acudir a un santuario.

─ Es decir, ¿es una bendición no celebrativa?

─ Bueno, no puede haber un rito litúrgico, ni puede haber elementos festivos como podría ser vestimentas de matrimonio o una fiesta. Tampoco se puede hacer en el momento en que ellos contraen matrimonio civil en los países que esto se permite.

─ Y al valorarlo como un “pasito” significa que le debe haber gustado algo del documento. ¿Qué será eso?

─ Lo que más me gustó del documento, y que valoro sin duda, es la fundamentación teológica de las bendiciones que incluye, porque además de ser significativa, es muy profunda en términos de su contenido. De hecho, tiene un lenguaje que personalmente me gusta; es muy del papa Francisco.