Caminos que no vale la pena seguir

Comparto contigo una reflexión sobre hábitos tóxicos a desterrar de nuestra vida.

1)Permitir que el pasado dicte nuestro presente y nuestro futuro.

Recuerda la historia del elefante al que de pequeño atan a un palo. Cuando crece, su condicionamiento le impide escapar. Así somos también los humanos: prisioneros de nuestro pasado, si no lo evitamos.
El presente y el futuro requieren de nuestra libertad y nuestra responsabilidad. Que las malas experiencias pasadas no bloqueen el cumplimiento de tus sueños.

2. Resistencia al cambio

El cambio será posible si ponemos en marcha las capacidades y voluntad requeridas. Si nos desligamos de las resistencias (activas o pasivas) de los que siguen anclados en sus hábitos o en sus privilegios. De los escépticos y pusilánimes.

Frente a la resistencia al cambio, la firmeza en el propósito para impulsar el cambio anhelado. Con serenidad y sin prisas, pero con firmeza y seguridad de que podemos. Con la seguridad tan bellamente descrita por Álvaro Cunqueiro: "El ave canta aunque la rama cruja porque conoce la fuerza de sus alas".


3. Ponernos en lo peor.

Con frecuencia pensamos en cosas que NO queremos que ocurran. Con el riesgo de expandir, involuntariamente, aquello en lo que pensamos.
Es mejor centrarnos en lo que deseamos que ocurra y hacer un esfuerzo consciente porque suceda. Nuestra mente y nuestro cuerpo se sentirán más felices.

4. Negatividad

La negatividad, está comprobado, bloquea la creatividad, la inspiración y las opciones. Así como piensas te sientes.

Es una elección libre y personal modificar nuestros sentimientos, nuestros pensamientos, nuestro lenguaje, nuestra postura corporal y ante la vida. Y como consecuencia, nuestros resultados.

5. Soñar y sólo soñar

“Seré feliz cuando me case, cuando tenga un buen trabajo, cuando gane mucho dinero… “

Tener ilusión es necesario pero no suficiente. Porque la ilusión sin esfuerzo por hacerla efectiva es un boomerang que genera desilusión.

La felicidad proviene del presente, de lo que construimos, no de los “si tuviera…”

5. Hablar mal de los demás cuando no están.

Es una práctica demasiado habitual, por desgracia.
El cotilleo, aunque se haga sin mala intención, genera más perjuicios que beneficios.

6. No cumplir con lo que dices.

No mantener la palabra dada o no asumir las promesas genera desconfianza. Nos hace perder valor como personas.
Debemos cumplir lo prometido.

7. Envidia

Nuestras circunstancias, experiencias, capacidades son personales. Compararse con otros ni es justo ni sirve para que seamos felices.
Debemos centrarnos en nuestras fortalezas y oportunidades de mejora, para apalancarnos en aquéllas y aprovechar éstas.

8. Obsesionarte con querer cambiar a los demás.

Las personas solo serán lo que quieren ser (voluntariamente), no lo que queramos que sean.

9. Ser un hipócrita.

¿Practicamos con el ejemplo?
Hipócrita es dar consejos que no nos aplicamos a nosotros mismos. O actuar de forma opuesta a lo que sugerimos.
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