Campeón en el césped, deshonesto en los despachos
“Vencerás pero no convencerás”. Se lo dijo el rector de la universidad de Salamanca Miguel de Unamuno, al militar Millán Astray. Fue en la inauguración de este centro universitario, en octubre de 1936, recién iniciada la Guerra Civil española. “Vencerás, porque te sobra la fuerza bruta, pero no convencerás”, aseveró Unamuno.
Tras lo ocurrido veo a Florentino Pérez, presidente del Real Madrid, próximo a Millán Astray. Porque a partir de ahora podrá vencer pero le costará convencer.
“Poderoso caballero es don dinero”, dijo Quevedo. También me parece que es aplicable a Florentino. Porque con su poder y su dinero está tapando la boca a los periodistas que comen en su mano y que en lugar de criticarle a él por lo hecho debaten si Lopetegui debía haber sido cesado o no.
Cuando medio país estaba esperando con ilusión este campeonato un prepotente, falto de valores y sin escrúpulos lo pone patas arriba.
Muchos jóvenes consideran a los futbolistas como sus referentes y les rinden culto como si fueran semidioses. Para esos jóvenes y su educación lo ocurrido no es un asunto sin importancia.
La capacidad de influencia que tiene el futbol es tan grande que hay que ser muy cuidadosos con la imagen que transmite. Su impacto e influencia trasciende el ámbito deportivo. ¿Cómo vamos a explicar a nuestros jóvenes lo ocurrido?