Conflicto espiritual

Decir “hágase tu voluntad” ante el dolor, la desgracia, la injusticia o la maldad conlleva un conflicto espiritual que es, a veces, difícil de superar.

El conflicto solamente puede ser superado a través de una oración agónica. Una oración situada a medio camino entre la soledad y el sentimiento de la cercanía del Padre: "No se haga mi voluntad, sino la tuya" (Lc 22,42).

JUAN-RAMON Jiménez lo expresa magistralmente en forma de poesía:

"Lo que Vos queráis, Señor;
sea lo que Vos queráis.
Si queréis que entre las rosas
ría hacia los matinales
resplandores de la vida,
sea lo que Vos queráis.
Si queréis que, entre los cardos,
sangre hacia las insondables
sombras de la noche eterna,
sea lo que Vos queráis.
Gracias si queréis que mire,
gracias si queréis cegarme;
gracias por todo y por nada;
sea lo que Vos queráis.
Lo que Vos queráis, Señor;
sea lo que Vos queráis."
Volver arriba