Contemplar a los hijos del islam tal y como Dios los ve

Christian de Chergé fue uno de los siete monjes cistercienses secuestrados y posteriormente asesinados en Argelia en 1996. Traigo aquí un resumen de su testamento.

Si me sucediera un día ser víctima del terrorismo yo quisiera que mi comunidad, mi Iglesia, mi familia, recuerden que mi vida estaba ENTREGADA a Dios y a este país.

Que sepan asociar esta muerte a tantas otras tan violentas y abandonadas en la indiferencia del anonimato.

Desearía, llegado el momento, tener ese instante de lucidez que me permita pedir el perdón de Dios y el de mis hermanos los hombres. Y perdonar, al mismo tiempo, de todo corazón, a quien me hubiera herido.

Yo no podría desearle una muerte semejante. Me parece importante proclamarlo.

No veo cómo podría alegrarme que este pueblo al que yo amo sea acusado, sin distinción, de mi asesinato.

Conozco el desprecio con que se ha podido rodear a los argelinos tomados globalmente.Conozco también las caricaturas del Islam fomentadas por un cierto islamismo.

Es demasiado fácil creerse con la conciencia tranquila, identificando este camino religioso con los integrismos de sus extremistas. Argelia y el Islam, para mí son otra cosa, es un cuerpo y un alma.

Lo he proclamado bastante conociendo bien todo lo que de ellos he recibido, encontrando muy a menudo en ellos el hilo conductor del Evangelio.

Mi muerte, evidentemente, parecerá dar la razón a los que me han tratado, a la ligera, de ingenuo o de idealista. Pero estos tienen que saber que por fin será liberada mi más punzante curiosidad. Entonces podré hundir mi mirada en la del Padre para contemplar con ÉL a sus hijos del Islam tal como ÉL los ve. Enteramente iluminados por la gloria de Cristo, frutos de su pasión, inundados por el don del Espíritu, cuyo gozo secreto será siempre, el de establecer la comunión y restablecer la semejanza, jugando con las diferencias.
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