Satanás fue al Jardín del Edén, y riéndose entabló el siguiente dialogo con Jesús:
Acabo de apoderarme de la gente del mundo. Les tendí una trampa, usando un cebo que sabia que no podrían resistir.
¡Cayeron todos!
¿Que vas a hacer con ellos? preguntó Jesús.
Ah, me voy a divertir con ellos, respondió Satanás
Les enseñaré a mentir y traicionarse, a abusar uno del otro, a destruir la naturaleza, a hacer que el interés personal se anteponga al bien común. Les enseñaré a inventar armas para que se destruyan entre sí. !Me voy a divertir!
¿Y qué harás cuando te canses de ellos? le preguntó Jesús.
Los mataré, dijo Satanás con la mirada llena de odio y orgullo.
¿Cuánto quieres por ellos? preguntó Jesús.
Bah, a ti no te interesa esa gente. Ellos no son buenos. ¿Para qué los quieres si sabes que te desprecian y hasta te odian?.
Escupirán a tu rostro, te maldecirán y te matarán. Tu no puedes querer a esa gente.
¿Cuánto quieres? preguntó nuevamente Jesús.
Satanás miró a Jesús y sarcásticamente respondió:
Toda tu sangre, tus lagrimas, y tu vida.
Jesús dijo: HECHO!
DEDICATORIA
Hoy, Irene, Jesús ha pagado ese precio por ti. ¡Qué bello regalo de cumpleaños!