Valores que sirven de referencia ante los desafíos del momento actual

Pedro Poveda propone una pedagogía para tiempos de emergencia que hunde sus raíces en una visión cristiana de la vida, de las personas, de los grupos y comunidades.

Cada persona guarda en su interior cualidades que los educadores podemos ayudar a que afloren si ponemos las condiciones necesarias para ello.

Hay que actuar convencidos de que en cada alumno hay “verdaderos tesoros" y “ha de procurarse que cada discípulo dé de sí todo lo bueno que pueda dar”.

“Para educar, hay que conocer a la persona que se educa; sin este conocimiento, los medios más excelentes serán infructuosos”.

“Cada persona tiene un resorte, que siempre que se toca da resultado. Un recuerdo, que cuando se evoca produce efecto. Y hasta una actitud, que cuando se adopta produce reacción.
¿Habéis utilizado todos estos recursos?”.

“No comencéis por pedirles, sino por daros a ellos sin reserva. Cuando la persona llega a persuadirse de que se mira por ella, que interesan mucho sus cosas, que se preocupan de ella, está su ánimo dispuesto a recibir bien la enseñanza, el aviso, la corrección”.

“El ejemplo vuestro será la asignatura que mejor aprenderán vuestros alumnos. Si sois como debéis ser, ellos serán como vosotros deseáis que sean”.

A tantos y tantos docentes que creen en lo que hacen
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