Los intereses económicos que ligan a los diferentes países con China son tan grandes que son pocas las voces que se atreven a cuestionar la falta de libertad que allí se produce. Y, en concreto, la ausencia de libertad religiosa.

La persecución de personas que luchan por el interés público, de líderes religiosos y de activistas de internet es un asunto por el que los políticos pasan de puntillas. Algunos han hecho de él, incluso, un tema tabú, por miedo a contrariar a inversores y suministradores chinos.

Durante este verano fueron detenidos el prestigioso abogado cristiano, Zhang Kai (en primera fila en defensa de las cruces en Zheijiang). Y también pastores protestantes y activistas por los derechos humanos.

El motivo de las detenciones fue evitar que se reunieran con Dave Sapertstein, que encabezaba una delegación americana sobre la libertad religiosa.

En el último año varios sacerdotes se han manifestado contra la campaña de demolición de cruces e iglesias.

Según fuentes cristianas, al menos 11 pastores de Zhejiang (provincia meridional que está en el centro de la demolición de las cruces) han desaparecido. Y unas 200 personas han sido detenidas.

¿QUÉ HACER?

Te pido contribuyas a denunciar esta situación. Que te unas a la campaña de apoyo a los católicos chinos que está llevando a cabo la fundación de la Santa Sede "Ayuda a la Iglesia Necesitada" para hacer realidad el mensaje bíblico “Para que todos sean uno” (Jn 17,21).