El estrés laboral incide negativamente en las crisis matrimoniales. Y el apoyo del cónyuge influye positivamente en el nivel de satisfacción en el trabajo.
Son conclusiones del estudio realizado por la Florida State University.
Según dicho estudio aquellos participantes que informaron de altos niveles de estrés, pero que contaban con el apoyo del cónyuge, experimentaron los siguientes beneficios positivos (en comparación con los empleados estresados que no contaban con ese apoyo):un índice de satisfacción con su matrimonio un 50% más alto y un 33% más de probabilidades de tener relaciones positivas con los compañeros de trabajo. Así mismo mostraron una concentración en el trabajo un 25% superior y tuvieron 25% menos probabilidades de experimentar fatiga en casa después del trabajo.
Lo que también se hizo evidente en el transcurso de la investigación fue el papel fundamental de la
comunicación y de la confianza entre los cónyuges.
En la convivencia siempre surgen diferencias importantes.
La clave para que no desencadenen crisis inevitables es aprender a manejarlas; no tener miedo a aceptar la ayuda del cónyuge para ver claramente en qué estamos fallando.
Muchas malas reacciones pueden evitarse. Lo fundamental es que los problemas de oficina deben quedarse allí y al salir del trabajo nuestro deber es desconectar para poder disfrutar de nuestra vida personal y centrar la atención en otras cosas que también lo merecen.