Una película que te recomiendo con pasión

Con el deseo de compartir algo hermoso, que supone una inyección en vena de vida y de fe, te quiero recomendar una película. Narra la historia de un sacerdote tenaz e innovador que abrió caminos en el campo educativo y en defensa de los derechos de las mujeres en la España de principios del siglo XX.

La película “Poveda”, dirigida por Pablo Moreno, narra la vida y la huella dejada por Pedro Poveda. Ha sido realizada con los mejores medios técnicos posibles y con recursos procedentes enteramente de donaciones destinadas a este efecto. Se estrena el 4 de marzo.

Nacido en Linares en 1874, comenzó ejerciendo su labor sacerdotal en las marginales barriadas de las Cuevas de Guadix (Granada). Allí puso en marcha diversas iniciativas sociales y educativas que no gustaron a alguna gente influyente, lo que le forzó a irse a Covadonga.

Fue en Covadonga (Asturias) donde inició un novedoso movimiento impulsado por mujeres jóvenes, y que acabó siendo el origen de la Institución Teresiana.

Para el desarrollo de su proyecto se apoyó en la joven Pepita Segovia (representada en la película por Elena Furiase). Fue la primera mujer licenciada en educación de Jaén.

Poveda vivió la España convulsa de los años treinta, donde los conflictos sociales, educativos y religiosos se agudizaron hasta desembocar en una guerra civil.

En ese contexto Poveda, hombre de paz, de dialogo y de tolerancia, dejó una huella de luz y esperanza que la película sabe reflejar con gran certeza.

La propuesta vital de Pedro Poveda tiene que ver con tener a Dios en el corazón y estar con la cabeza y el corazón en el momento presente. Estar en el mundo sin ser de este mundo. Iluminar sin deslumbrar. Transmitiendo la alegría y la paz que emana de una vida espiritual intensa que se lleva dentro.

La intolerancia acabó con él en 1936, siendo víctima de la violencia y el odio desatado.
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