"El miedo al futuro genera pingües beneficios" 'The Creator', una lectura distópica y conspiranoica
"Ha llegado a las carteleras españolas una película que, entre otra cosa, tiene referencias y ecos teológicos: 'The Creator'"
"Mi primera discrepancia con respecto a lo que visto y oído es esta: creo que no se puede archivar la película 'The Creator' dentro del género de la ciencia-ficción. En este caso, la incluyo en el género de distopía"
"En el fondo, por ideología de los promotores o – con más seguridad – por razones económicas, 'The Creator' se mueve en un contexto conspiranoico que da dinero (alimenta el miedo a los que no somos nosotros, rechazo a las tecnologías y –como no– la xenofobia)"
"Veo una instrumentación de la ciencia y de las tecnologías (sobre todo de la IA) al servicio de un objeto de consumo que –movido por el miedo al futuro– genera pingües beneficios económicos"
"El miedo es una herramienta poderosa de control de las mentes, de los individuos y de las culturas"
"En el fondo, por ideología de los promotores o – con más seguridad – por razones económicas, 'The Creator' se mueve en un contexto conspiranoico que da dinero (alimenta el miedo a los que no somos nosotros, rechazo a las tecnologías y –como no– la xenofobia)"
"Veo una instrumentación de la ciencia y de las tecnologías (sobre todo de la IA) al servicio de un objeto de consumo que –movido por el miedo al futuro– genera pingües beneficios económicos"
"El miedo es una herramienta poderosa de control de las mentes, de los individuos y de las culturas"
"El miedo es una herramienta poderosa de control de las mentes, de los individuos y de las culturas"
| Leandro Sequeiros. Presidente de ASINJA (Asociación Interdisciplinar José de Acosta)
Ha llegado a las carteleras españolas una película que, entre otra cosa, tiene referencias y ecos teológicos: “The Creator”. Considero lo mejor de esta película es que los distribuidores hayan conservado el título original “The Creator”. En nuestra mente impregnada de judeocristianismo, la palabra “Creador” (sobre todo con mayúsculas) nos remite inmediatamente a los imaginarios religiosos. Sin embargo, al leerla en inglés nuestro cerebro no la dirige al “casillero” de Biblia, sino que se desborda en significados más extensos: un creativo e imaginativo, un inventor, un científico, el que ha elaborado una obra artística, un progenitor, e incluso el culpable de alguna fechoría.
La ficha técnica es la siguiente:
Dirección: Gareth Edwards Reparto: John David Washington, Madeleine Yuna Voyles, Gemma Chan, Allison Janney, Ken Watanabe País: Estados Unidos Año: 2023 Fecha de estreno: 29–9-2023 Género: Ciencia ficción Guion: Gareth Edwards, Chris Weitz Duración: 133 min.
No voy a desvelar nada secreto de la película (entre otras cosas porque no le he visto todavía) y solo me atengo a mis impresiones por lo que he leído o me han contado otros.
El tufillo distópico
Me han resultado iluminadoras los comentarios en la revista fotogramas que presenta dos interpretaciones: una a favor y otra en contra, siempre sin “spoilers”. Y además, he podido acceder a cinco comentarios de expertos en youtube.
Mi primera discrepancia con respecto a lo que visto y oído es esta: creo que no se puede archivar la película “The Creator” dentro del género de la ciencia-ficción. Aunque es discutible, el género de ciencia-ficción se aplica a historias científicas de realidades que aún no existen: marcianos verdes, planetas alejados, agujeros negros, galaxias, armas terroríficas. Pero en la película “The Creator” de lo que se habla es de avances científicos que ya existen, como es la Inteligencia Artificial. Solo que en este caso, la película presenta la actual IA como un terrible peligro para toda la humanidad y el futuro del Universo. Y en este caso, la incluyo en el género dedistopía. Presenta (contrariamente a la utopía de Tomás Moro) una sociedad y un mundo que se derrumba víctima de su propio progreso científico y técnico.
Algunos de los ejemplos más famosos son '1984' de George Orwell, 'Un mundo feliz' de Aldous Huxley y 'Fahrenheit 451' de Ray Bradbury. Las sociedades distópicas aparecen en muchos subgéneros de ficción y a menudo se utilizan para llamar la atención sobre la sociedad, el medio ambiente, la política y la economía, religión, psicología, ética, ciencia o tecnología. Algunos autores usan el término para referirse a sociedades existentes, muchas de las cuales son o han sido estados totalitarios o sociedades en un estado avanzado de colapso.
El contexto conspiranoico
Lo que he podido leer y lo que he podido ver en las redes sociales me ha llevado a situar “The Creator” en el contexto conspiranoico. Esta es la Sinopsis: en el futuro, la raza humana está sumida en una guerra terrible entre Asia y el resto del mundo. Asia domina los recursos de la IA y tiene un ejército poderoso de robots y androides (ecos de Blade Runner) que quiere dominar a los humanos. El planeta está enfrentado en guerra mortal entre los que quieren eliminar cualquier vestigio de la Inteligencia Artificial que provocó una terrible masacre y los que defienden a las máquinas razonables. Joshua, un exagente de las fuerzas especiales, es reclutado para cazar y matar al diseñador de una IA que podría acabar con la guerra de una vez por todas.
Es verdad que 'The Creator' no esconde sus decenas de referentes y referencias ('AI Inteligencia Artificial', de Steven Spielberg; la saga 'Terminator'; la denostada injustamente 'Nación cautiva', de Rupert Wyatt; la franquicia de 'El planeta de los simios'; la espiritual/social 'Elysium'; 'Avatar'...) como si quisiera validar todo ese cine y sumarlo, protegerlo y conservarlo en una historia que es, como 'Monsters' y como 'Rogue One', una road movie en un universo convulso donde el amor (el de los dos monstruos extraterrestres, el de dos rebeldes aguardando el fin tras cumplir su misión, las lágrimas de una niña creada artificialmente…) es la clave.
Pero en el fondo, por ideología de los promotores o – con más seguridad – por razones económicas, “The Creator” se mueve en un contexto conspiranoico que da dinero. Mucha gente acudirá a verla no solo por los medios técnicos sino porque esta película alimenta el miedo a los que no somos nosotros, rechazo a las tecnologías y – como no – la xenofobia (los malos son asiáticos que se identifican con chinos). Es curioso que cada vez hay más gente que ve conspiraciones por todas partes (el otro día uno – que es sacerdote y lo conozco por las redes sociales - hablaba que detrás de la Agenda 2030 está una conspiración judeo-masónica)
Confieso que me encantan las películas de tema científico. Pero en esta veo una instrumentación de la ciencia y de las tecnologías (sobre todo de la IA) al servicio de un objeto de consumo que – movido por el miedo al futuro – genera pingües beneficios económicos. El miedo es una herramienta poderosa de control de las mentes, de los individuos y de las culturas. Al menos es mi punto de vista que podemos dialogar sin acritud.
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