Prevención

Ayer me hizo el honor de venir con su madre, una niña de 12 años. Uno de los libros que le llamó la atención de la biblioteca de3 casa fue una edición de coleccionista de “Vuelta al mundo en ochenta días”. “Como todos los libros que nos manda leer ya los he leído, la profesora me dijo: elige tú el libro de lectura obligatoria para toda la clase. Cuando vio el “Niño de pijama de rayas” comentó: “Cuando lo leí no lloré, como hicieron mi madre y mi abuela, porque el niño ya murió y yo lo único que puedo hacer es hablar con los otros niños de lo malas que son algunas personas”. Después de pasar un buen rato mirando libros, y charlando, nos contó de qué hablan los niños en el Instituto, de las asignaturas que más le gustan. “Me encanta tu biblioteca. Cuando no tenga nada nuevo que leer vendré aquí a buscar algo”.  Cuando se fueron, mi hermana dijo: “A esta niña ya le pueden otras niñas hablar de paraísos artificiales que no podrán torcer el brazo”. Yo pensé:  los euros invertidos en lectura para los hijos es una valla levantada contra la droga, contra la pornografía y prevención contra la influencia de todo tipo de compañías peligrosas.  Evidentemente, su madre y su abuela son lectoras empedernidas    

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