16 de marzo
Esta mañana, al oír la lectura del trozo del Evangelio de San Lucas en la que narra la Transfiguración del Señor y oír las palabras de san Pedo, me vino a la memoria Blancura, la novela d Fosse, en la que narra una visión suya, autobiográfica. Tengo la impresión de que, cuando salió la novela, ninguna de las críticas, que tuve la ocasión de leer, acertaba con el profundo propósito del autor que se encuentra perdido en un bosque nevado y sigue nevando. Ve a sus padres que hablan con un Señor. Fosse, de tradición celta, cree que los muertos siguen vivos. Fosse habla con sus padres, muertos que siguen vivos, que están hablando con Jesús transfigurado. El deseo de Fosse, como el de San Pedro, quedarse allí viendo aquella realidad blanquísima para siempre, viendo una criatura brillante y resplandeciente que ilumina una nada que respira”.