El clero diocesano se ha congregado en el Santuario de Fátima “Nada sin comunión con Pedro": el arzobispo Cerro clausura el Año Sacerdotal
El santuario portugués de Fátima acogía durante la pasada semana el encuentro de sacerdotes y familias con motivo del Año Sacerdotal que la Archidiócesis ha venido celebrando durante todo el curso pastoral que ha concluido con este evento diocesano, en el que se ha llevado a cabo la consagración a la Virgen María por parte del presbiterio de Toledo
Durante la homilía de la concelebración eucarística, el sr. Arzobispo, exhortaba a vivir la santidad, fruto de la consagración a la Virgen María: “Esta consagración significa que queremos vivir totalmente con los sentimientos del Corazón de Jesús y que queremos vivir nuestro bautismo en comunión con la Iglesia”
En este sentido subrayaba lo siguiente: “Nada sin comunión con Pedro, nada sin comunión con el Obispo, nada sin comunión con el Amor de los amores, que es Jesucristo”
En este sentido subrayaba lo siguiente: “Nada sin comunión con Pedro, nada sin comunión con el Obispo, nada sin comunión con el Amor de los amores, que es Jesucristo”
(Archidiócesis de Toledo).- El santuario portugués de Fátima acogía durante la pasada semana el encuentro de sacerdotes y familias con motivo del Año Sacerdotal que la Archidiócesis ha venido celebrando durante todo el curso pastoral que ha concluido con este evento diocesano, en el que se ha llevado a cabo la consagración a la Virgen María por parte del presbiterio de Toledo.
Esta cita diocesana se ha desarrollado del 19 al 24 de agosto y ha contado con la presencia del Arzobispo de Toledo y Primado de España, Mons. Francisco Cerro Chaves y con la participación de 700 peregrinos; en su mayoría familias y entre los que se encontraban más de 40 sacerdotes del presbiterio toledano, que han podido unirse a este encuentro anual, organizado por la delegación de Familia y Vida.
Este encuentro ha contado con diferentes ponentes: el arzobispo de Valladolid y Presidente de la Conferencia Episcopal Española, Mons. Luis Argüello; igualmente el matrimonio formado por José Luis Gadea y Magüi Gálvez, iniciadores de “Proyecto Amor Conyugal”; y también el profesor universitario Marcin Kazmierczak.
Mons. Francisco Cerro, a través de una carta dirigida al clero diocesano, invitaba a participar en este evento, con el que se concluye el año sacerdotal y cuyo lema ha sido “Testigos de la Misericordia Divina”. Así lo subrayaba en su misiva del pasado mes de junio: “Hemos tenido ocasión, en este año sacerdotal, de asociar a todo el Pueblo de Dios, a las inquietudes y necesidades del corazón de sus pastores”.
Este año sacerdotal, que acaba de concluir, ha sido el tercer curso pastoral de la propuesta pastoral presinodal y que ha coincidido con el 50 aniversario de la publicación de la carta pastoral “Un Seminario nuevo y libre” del cardenal don Marcelo González Martín. Con la finalización del año sacerdotal, la Archidiócesis de Toledo se dispone a preparar un Sínodo Diocesano.
Consagración al Inmaculado Corazón de María
Los días del encuentro en Fátima han contado con tiempo de descanso, oración, fraternidad y formación para los sacerdotes participantes; siendo el momento más importante, la consagración a la Virgen María, que tenía lugar el pasado 22 de agosto, fiesta de Santa María Reina.
La ceremonia de consagración fue presidida por Mons. Francisco Cerro Chaves, en la Eucaristía que presidía en la capilla de las Apariciones del santuario de Fátima. Al finalizar la celebración, todos los participantes, llevaban a cabo la oración de consagración al Inmaculado Corazón de María.
En el transcurso de la celebración eucarística, el Arzobispo de Toledo subrayaba lo siguiente: “¡Qué mejor manera de terminar este año dedicado a los sacerdotes, realizando la consagración al Inmaculado Corazón de María!”.
“Le decimos a Santa María Reina, con esta consagración que realiza toda la Archidiócesis de Toledo, con sus sacerdotes, religiosos y laicos, que queremos vivir para el Señor”. Así resumía el Primado la finalidad de la consagración mariana.
Durante la homilía de la concelebración eucarística, el sr. Arzobispo, exhortaba a vivir la santidad, fruto de la consagración a la Virgen María: “Esta consagración significa que queremos vivir totalmente con los sentimientos del Corazón de Jesús y que queremos vivir nuestro bautismo en comunión con la Iglesia”. En este sentido subrayaba lo siguiente: “Nada sin comunión con Pedro, nada sin comunión con el Obispo, nada sin comunión con el Amor de los amores, que es Jesucristo”.
Por último, el prelado recordaba a todos los presentes: “Con esta consagración, nos lanzamos a evangelizar, a decirle a cada persona que nos encontramos en el camino de tu vida: eres precioso/a para Dios”.