El grupo está formado por los 84 seminaristas y sus doce formadores; entre ellos, los ocho jóvenes que viven en comunidad en Colegio Arzobispal – Seminario Menor y sus dos formadores. Partirán el viernes 2 de febrero por la tarde hacia Roma para tener el encuentro con Francisco el sábado por la mañana. Será en los Palacios Apostólicos, en una audiencia privada en la que es de esperar que el Santo Padre les dirija unas palabras y quizá haya algún turno de preguntas, aunque lo dejan todo a la «sorpresa» porque la realidad es que no hay un plan establecido.
Será un momento de intimidad y confianza en el que los seminaristas estarán acompañados por el arzobispo de Madrid, cardenal José Cobo, que fue quien solicitó expresamente al Papa esta visita. La noticia de que el Papa había aceptado la propuesta se recibió en el seminario con «gran entusiasmo, alegría y gratitud». «Es un acontecimiento extraordinario y único», asegura el rector. La última vez que el seminario de Madrid en su conjunto acudió en peregrinación a Roma fue en 2013. En aquella ocasión fueron convocados también por el Papa Francisco con motivo del Año de la Fe junto a todos los seminaristas y novicios del mundo.
«El encuentro con el Sucesor de Pedro es una forma de crecer en la comunión con la Iglesia y reconocer en él a quien guía y anima la fe», sostiene el rector del seminario. Después de estar con Francisco, los peregrinos confesarán su fe en la cátedra de Pedro, en el altar de la confesión, en un signo de «unión con el Sucesor de Pedro y la Iglesia universal» y celebrarán la Eucaristía. La tarde, de una manera libre, estará dedicada a peregrinar a distintos lugares y basílicas de Roma, que «las posibilidades son infinitas».
El domingo 4 de febrero por la mañana los seminaristas acompañarán al cardenal Cobo en la toma de posesión de su iglesia en Roma, Santa María de Montserrat de los Españoles. Será también «un momento bonito» al que le seguirá de nuevo la tarde libre «para continuar viendo lo que falta». La vuelta se hará el lunes 5 por la mañana. Coincide este fin de semana con el primero libre tras los exámenes de los seminaristas en San Dámaso. «Tradicionalmente, al terminarlos siempre se hace una excursión, a Salamanca (imagen principal, año pasado), Córdoba, Valencia… Este año, por la providencia de Dios y la bondad del Santo Padre, será a Roma».
Si bien el encuentro no es una respuesta al interés del Papa por la situación de los seminarios en España, aclara Álvarez, sí se produce en este contexto, cuando los obispos españoles analizan ya un informe con pautas a seguir después de su visita al Papa, el pasado mes de noviembre.