A sus 87 años era canónigo emérito Fallece Manuel Calvo Tojo, el deán que abrió al público las cubiertas de la Catedral de Santiago
Estuvo al frente del cabildo en el año santo del 2004
Recibirá sepultura hoy en el claustro de la Catedral de Santiago, tras el funeral en la iglesia conventual de San Francisco
A su vuelta de la Universidad Pontificia de Salamanca, fue docente durante veintiún años en el Seminario Menor de Santiago
A su vuelta de la Universidad Pontificia de Salamanca, fue docente durante veintiún años en el Seminario Menor de Santiago
| La Voz de Galicia
(La Voz de Galicia).- En la tarde de este martes recibirá sepultura en el claustro de la Catedral de Santiago, tras el funeral que comenzará a las 17.30 en la iglesia conventual de San Francisco, el canónigo emérito Manuel Calvo Tojo, que falleció este lunes a los 87 años de edad. Calvo Tojo ejerció un mandato de cuatro años como deán de la Catedral, a partir de octubre del 2002, cargo desde el que participó en la organización del año santo del 2004. En esta misma etapa fue cuando el cabildo que él presidía llevó a cabo iniciativas como la instalación de la nueva puerta santa y la accesibilidad de las cubiertas del templo abriéndolas a las visitas del público.
Fueron cuatro años de intenso trabajo pero que el entonces deán vivió con «felicidad», según recordaba en La Voz hace un lustro, ya jubilado y disfrutando de sus paseos por el casco histórico, así como de la lectura y de la escritura, pasiones que nunca abandonó durante su vida. Calvo Tojo siguió oficiando misas diariamente en la iglesia das Ánimas, cerca de su domicilio en la Algalia de Arriba.
Natural de la parroquia orosina de Cardama, Manuel Calvo Tojo estuvo seguro desde corta edad de su vocación sacerdotal. Se formó en los seminarios de Santiago y, ya ordenando sacerdote, estuvo en la Universidad Pontificia de Salamanca antes de volver a Santiago, donde ejerció responsabilidades y fue docente durante veintiún años en el Seminario Menor. Calvo Tojo tenía un sólido prestigio como canonista y llegó a ejercer la vicepresidencia de la asociación española de especialistas en esta materia. El cardenal Quiroga Palacios lo nombró juez eclesiástico, por lo que fue ponente en los casos de nulidad matrimonial de la diócesis de Santiago.
Disfrutaba de oficiar misa y de sus paseos por el casco histórico, así como de la lectura y de la escritura, pasiones que nunca abandonó durante su vida
Facilitar la disolución de matrimonios no era agradable para Calvo Tojo, según él mismo confesó a La Voz, pero consideraba mucho peor las situaciones de «martirio» por las que estas personas podían pasar. Así, no dudó en valorar positivamente la instauración del divorcio en España: «Hai que ser sensatos. Veu ben, porque alentar a tortura das persoas é inhumano».
Tras el funeral y el sepelio que se celebran en la tarde este martes, el viernes 19 y lunes 22 de julio, a las 20 horas, y el miércoles 14 de agosto, a las 12, se celebrarán en la iglesia de San Francisco las misas por su descanso.
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