"Don Carlos me ha enseñado a mirar la vida con los ojos de pastor" José Cobo 'toma el tren' de la diócesis de Madrid: "Me siento como los novios antes de la boda"

José Cobo y Carlos Osoro, juntos
José Cobo y Carlos Osoro, juntos

Don Carlos agradeció a Cobo su "generosidad" por "ponerse al servicio de esta diócesis que le vio nacer y crecer". "He podido contar con él siempre (...). Comemos juntos, cenamos juntos, vivimos en la misma casa. Siempre ha sido una delicia" confesó el cardenal de Madrid

La 'hoja de ruta primera' es escuchar", declaró Cobo, que a partir de ahora se encontrará con toda la vida de la diócesis para iniciar el nuevo curso. "En esta etapa hay tres palabras que nos van a acompañar: participación, comunión y misión. Son un buen eje para acompañar esta nueva etapa"

"Ahora nos queda construir, y mi función será guiar, predicar, celebrar, pero sobre todo acompañar a la diócesis para que llegue a donde quiera que llegue"

Juntos. Como siempre han estado. Uno, con sentimiento de "vértigo y responsabilidad". El otro, con cierta liberación, después de nueve años a tope. José Cobo se presentó como arzobispo electo de Madrid, junto al cardenal Osoro y uno de los obispos auxiliares, Jesús Vidal (Martínez Camino estaba en Polonia), feliz de poder "contar el secreto a voces".

"Me siento como los novios antes de la boda", confesó Cobo al ser preguntado por el momento en que supo que iba a suceder a Osoro como arzobispo de la diócesis más importante de España. "A uno le entra vértigo por la inmensidad de lo que significa el matrimonimo, pero cuando se está enamorado, estas cosas se hacen más fáciles. Me encuentro enamorado del Señor y de la misión que encomienda, y enamorado de esta diócesis", confesó.

A su lado, don Carlos agradeció a Cobo su "generosidad" por "ponerse al servicio de esta diócesis que le vio nacer y crecer". "He podido contar con él siempre (...). Comemos juntos, cenamos juntos, vivimos en la misma casa. Siempre ha sido una delicia" confesó el cardenal de Madrid. 

Cobo, Osoro y Vidal
Cobo, Osoro y Vidal

"No olvidó el amor y la misericordia, aunque le cause problemas"

"Hemos pasado hasta una pandemia juntos", recordó Cobo, quien se reconoció "pequeño, no solo de estatura, sino de mis pobrezas, que bien conoce Dios". "A don Carlos le agradezco que me ha enseñado a mirar la vida con ojos de pastor, y aforntar las dificultades con ojos de pastor, que es un matiz fundamental. Ha sido maestro para mí, y no teórico, nos vemos como somos, sin personajes ni máscaras.  Y el corazón que tiene, el corazón para mirar. En momentos difíciles tiene la capacidad de no olvidar la misericordia y el amor por encima de todo, pese a que le cause problemas. Eso me lo llevaré para siempre".

"Confío de verdad que no estoy solo. El mismo espíritu que ha guiado también al Santo Padrepara hacer esta propuesta, es el que pido que me guíe. Pido y sé que me van a guiar mis hermanos obispos, sé que me a a guiar el presbiterio de Madrid, del que he salido, en el que he trabajado felizmente", explicó. "He sido muy feliz siendo cura en Madrid, y sé que mis hermanos están ahí".

"Vamos a compartir camino junto, porque de eso se trata", añadió. "La 'hoja de ruta primera' es escuchar", declaró Cobo, que a partir de ahora se encontrará con toda la vida de la diócesis para iniciar el nuevo curso. "En esta etapa hay tres palabras que nos van a acompañar: participación, comunión y misión. Son un buen eje para acompañar esta nueva etapa".

José Cobo, a su entrada en la sala
José Cobo, a su entrada en la sala

Por su parte, Osoro anunció que "ahora voy a retirarme, voy a vivir detrás del Palacio Real, donde vivía el antiguo deán de la catedral. A rezar, a estar cerca del Niño del Remedio, a confesar y a descansar un poco. Y a escribir si puedo, si la cabeza la mantengo. No creo que me manden más, pero en obediencia absoluta y total al nuevo arzobispo de Madrid". Que sí, que querrá contar con él, en la manera que Osoro desee. Pues se ha ganado el derecho a decidir.

No vengo a innovar nada. Es un tren que empezó hace tiempo, en el Concilio, y que la diócesis ha ido rumiando. Es un tren que cogió con don Carlos las pautas de Evangelii Gaudium, y ha empezado a revitalizar. Es un tren que ha cogido todo lo que hemos trabajado en la diócesis y que nos pone en Madrid que es misión, es una encrucijada, y es un lujo, de verdad"

"La tarea que tenemos por delante es una tarea preciosa", señaló Cobo, quien reconoció que "me subo a un tren en marcha". "No vengo a innovar nada. Es un tren que empezó hace tiempo, en el Concilio, y que la diócesis ha ido rumiando. Es un tren que cogió con don Carlos las pautas de Evangelii Gaudium, y ha empezado a revitalizar. Es un tren que ha cogido todo lo que hemos trabajado en la diócesis y que nos pone en Madrid que es misión, es una encrucijada, y es un lujo, de verdad".

La mirada de los pobres

"Aportaré lo que tengo. Gracias a todos los que me han traído aquí, y ahora nos queda construir, y mi función será guiar, predicar, celebrar, pero sobre todo acompañar a la diócesis para que llegue a donde quiera que llegue", glosó el arzobispo electo de Madrid, que tomará posesión el próximo 8 de julio. "Dios no llama a los capaces, sino que capacita a los que elige, y eso sí que me ha ayudado".

José Cobo
José Cobo

Sobre su carácter, confesó que "empecé trabajando en Usera, en Proyecto Hombre, antes de ser cura, y eso marca. Madrid va reclamando estar al pie de la cruz. "Espiritual y personalmente, la mirada de los más pobres siempre me ha despertado".

Por su parte, Osoro reconoció un sentimiento de agradecimiento a Dios "por todo lo que me ha dado". !He sido obispo itinerante. He querido dar mi vida, y he sido muy feliz en los lugares en los que he estado, muy distintos. Me han ayudado a concoer la Iglesia en lo profundo, y a querer entrañablemente a la Iglesia. Par amí la Iglesia no es una palabra más, es mi vida. Es mi pasión. Es aceptar aquel reto de Jesús ‘Id por el mundo y anunciar el Evangelio’".

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