"La eutanasia y el suicidio asistido son una derrota para todos" Julián Barrio: "La eutanasia es un acto homicida"
El arzobispo de Santiago reivindica la "atención humana, espiritual y médica" frente al "acto homicida" de la eutanasia que, a su juicio, "no es la solución" al "sufrimiento insoportable"
"Os recomiendo hacer el testamento vital ante la ley de la eutanasia recientemente aprobada. En el peregrinar de nuestra existencia es necesaria la credencial de este testamento"
Apuesta por los cuidados paliativos: "Se trata de poner los medios necesarios para aliviar el sufrimiento y suprimir el dolor y no al paciente. La eutanasia no es la solución"
Apuesta por los cuidados paliativos: "Se trata de poner los medios necesarios para aliviar el sufrimiento y suprimir el dolor y no al paciente. La eutanasia no es la solución"
| RD/Ep
El arzobispo de Santiago, Julián Barrio, reivindica la "atención humana, espiritual y médica" frente al "acto homicida" de la eutanasia que, a su juicio, "no es la solución" al "sufrimiento insoportable". "Os recomiendo hacer el testamento vital ante la ley de la eutanasia recientemente aprobada. En el peregrinar de nuestra existencia es necesaria la credencial de este testamento", afirma Barrio en la Carta Pastoral 'La credencial del testamento vital'.
En la misiva, el arzobispo compostelano recuerda que "la Iglesia defiende la vida desde su concepción hasta la muerte natural, insistiendo en el respeto debido y en la atención especial de aquellas personas debilitadas". "La vida es un valor sagrado e intangible", subraya, para apostar por "acogerla, protegerla y acompañarla en todas sus etapas, y en cualquiera de sus circunstancias".
Dignidad de los enfermos incurables o agonizantes
Así, considera que se podrá ofrecer a la sociedad "signos de esperanza trabajando para que aumenten la justicia y la solidaridad, y se afiance una nueva cultura de la vida humana para la edificación de una auténtica civilización de la verdad y del amor". Por ello, resalta que "hay que amar, respetar y proteger siempre la dignidad de los enfermos incurables o agonizantes, ya sean niños, jóvenes, adultos o ancianos".
"Una acción o una omisión que, de suyo o en la intención, provoca la muerte para suprimir el dolor, constituye un homicidio gravemente contrario a la dignidad de la persona humana y al respeto del dios vivo y creador. El error de juicio en el que se puede haber caído de buena fe no cambia la naturaleza de este acto homicida, que se ha de rechazar y excluir siempre", según indica en relación al Catecismo de la Iglesia Católica.
"Una cultura que frivoliza la realidad de la vida"
Para Barrio, no se puede "quedar impasibles ante una cultura que frivoliza la realidad de la vida". "En el sufrimiento insoportable la solución no es la eutanasia, sino la atención humana, espiritual y médica", apostilla. En este sentido, señala en la pastoral que "los cuidados paliativos que no curan pero cuidan, tienen esta finalidad". "Se trata de poner los medios necesarios para aliviar el sufrimiento y suprimir el dolor y no al paciente. La eutanasia no es la solución", insiste.
Para el arzobispo compostelano "la verdadera compasión hace solidarios con el dolor de los demás y no elimina a la persona cuyo sufrimiento no se puede soportar". "Sembrar esperanza verdadera, aliviar la soledad con una compañía afectiva y efectiva, hacerse cargo del enfermo: en esto consiste la verdadera compasión", sostiene.
"Derrota para todos"
Por ello, "con el papa Francisco" afirma que "la eutanasia y el suicidio asistido son una derrota para todos". "La respuesta a la que estamos llamados es no abandonar nunca a los que sufren, no rendirse nunca, sino cuidar y amar para dar esperanza", sentencia.
Para Julián Barrio "el sueño que vale la pena se construye acompañando, asistiendo, protegiendo, animando y sacrificándose por los demás". "Por aquí comienza la verdadera cultura de la vida en la que todos caben, donde todos son valiosos", concluye.
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