Madrid clama por la paz en el mundo en una vigilia y un encuentro de la Red Fratelli Osoro: "Aprendamos a ser arquitectos y artesanos de la fraternidad"
En el acto, Ucrania estuvo muy presente, pero también las otras zonas en guerra del mundo como Yemen, Siria y Somalia
Urge que nos dejemos conquistar y convertir permanentemente por Aquel que nos ha dicho “sois hermanos, todos; buscad la fraternidad”
| Infomadrid / B. Aragoneses
«La guerra es siempre un fracaso de la humanidad». Estas palabras del Papa Francisco formaron parte de la monición de entrada de la vigilia diocesana por la paz, que se celebró este miércoles, 12 de mayo, en la parroquia Nuestra Señora de Guadalupe. La frase del Pontífice fue recogida por el arzobispo de Madrid, que presidió la liturgia y que añadió: «La guerra es una degradación del ser humano».
En el acto, Ucrania estuvo muy presente, pero también las otras zonas en guerra del mundo como Yemen, Siria y Somalia. El cardenal Carlos Osoro urgió a «colocar otra vez en el centro a Dios», a la vez que recordó que «la oración es el medio más eficaz para lograr la paz». No se le pide «a un hombre como nosotros», sino a Dios.
Sobre el pasaje bíblico proclamado, la historia de Caín y Abel, el purpurado indicó que «el Señor a nosotros hoy también nos interpela» con la misma pregunta que le hizo a Caín: «¿Dónde está tu hermano?». Esos hermanos que están sufriendo las guerras, «la cercanía de la muerte», y ante esto «no basta con decir “estamos lejos”». Porque «en la comunión» se encuentra la «buena nueva» para ser «constructores de fraternidad».
Así, «comunión y fraternidad son inseparables», resaltó, y agregó que Jesucristo invita «siempre a construir la fraternidad y a no romperla». «Urge que nos dejemos conquistar y convertir permanentemente por Aquel que nos ha dicho “sois hermanos, todos; buscad la fraternidad”», enfatizó.
Diseñadores, protagonistas y trabajadores
La comunión con Cristo «nos hace ser diseñadores, protagonistas y trabajadores permanentes por la fraternidad». Y esto, agregó, no se hace con «las armas de la fuerza«, sino con las de la vida, y «dirigiéndonos a Dios». «Aprendamos a ser arquitectos y artesanos de la fraternidad», imploró el arzobispo de Madrid, y esto solo se podrá hacer desde la comunión con Cristo y, por tanto, con los demás. «Estamos llamados a unir y no a dividir», concluyó.
La vigilia contó con momentos de silencio, música y meditación en base a textos del Papa Francisco en las Jornadas Mundiales de la Paz. También se escuchó la historia del secuestro y asesinato de los siete monjes trapenses de Tibhirine (Argelia) en 1996. Fueron beatificados en 2018, considerados mártires de la Iglesia y modelos de fraternidad.
La guerra desde el punto de vista de los jóvenes
Los «lugares donde la fraternidad y la comunión se rompen» a los que se refirió el arzobispo de Madrid durante la vigilia fueron los protagonistas también del encuentro de la Red Fratelli de este jueves, 12 de mayo. Un grupo de 15 jóvenes se dieron cita en la Fundación Universitaria Española para reflexionar sobre cómo afrontar desde la política la realidad de la guerra. Estuvieron acompañados por el cardenal Osoro, la delegada episcopal de Jóvenes, Laura Moreno, y el vicario para el Desarrollo Humano Integral y la Innovación, José Luis Segovia, entre otros.
«Si el primer encuentro fue más en clave de presentación, este segundo ha sido un taller de formación interna». Juan Carlos Alarcón, coordinador de la red y militante de la JOC (Juventud Obrera Católica), explica que en esta ocasión se reflexionó «sobre cómo nos podemos situar los cristianos» con inquietudes políticas ante la guerra, con la premisa de que «nuestro deber es no solo no provocar la guerra, sino fomentar la paz».
Cada joven se había preparado, a partir del capítulo quinto de la encíclica Fratelli tutti, una pequeña intervención que les sirvió para tomar conciencia de que «quien tienes enfrente no es tu enemigo, sino tu amigo». Por tanto, es necesario, valora Alarcón, cultivar la empatía y «ponerse en la piel del otro». Ahora, apostilla, el Papa Francisco está ofreciendo estas claves de no beligerancia y más diplomacia ante la guerra de Ucrania.
El encuentro continuó con la proyección de la películaTrece días, sobre la crisis de los misiles de Cuba de 1962, un cinefórum en torno a ella y una cena compartida.
Red Fratelli fue presentada el pasado mes de febrero como una apuesta personal del arzobispo de Madrid por despertar en la diócesis el interés de los jóvenes cristianos en la implicación en política y en los procesos sociales. El objetivo, explica Alarcón, «es crear una comunidad y espacio» para ellos, y «hay que seguir cuidando esto». La próxima reunión está prevista para el mes de octubre.