"Cuando levanté la voz, sabía a lo que me exponía. Pero había que decir lo que estaban haciendo" Rafael Vez: "Que el obispo considere que estoy incapacitado para ser párroco después de 29 años de haberlo sido, dice mucho de su decisión"
"Los sacerdotes no somos empleados de una empresa ni números. Somos colaboradores con el Obispo en la misma tarea"
"Tengo claro la máxima antigua: “nada sin el Obispo”, pero también, que un obispo no es NADA sin sus sacerdotes"
"Como humano que soy claro que me emociona. No lo esperaba, aunque sabía que la gente de Conil era especial. Lo he mamado desde chico. Mi madre era oriunda de esta localidad"
"Cuando levanté la voz, sabía a lo que me exponía. Pero había que decir lo que estaban haciendo. Las injusticias de los despidos, el maltrato a compañeros sacerdotes, los cambios de titularidad, cómo se llevaban la administración de las tierras y cementerios parroquiales, las donaciones que se exigían por decreto aún a sabiendas que el párroco no puede hacerlo porque no es el propietario sino el administrador de la Parroquia, el tema de las fundaciones, el dinero de ciertas fundaciones de caridad usados para crear la Fundación Educatio Servanda, la forma de exprimir a las parroquias, y un largo etc..."
"Como humano que soy claro que me emociona. No lo esperaba, aunque sabía que la gente de Conil era especial. Lo he mamado desde chico. Mi madre era oriunda de esta localidad"
"Cuando levanté la voz, sabía a lo que me exponía. Pero había que decir lo que estaban haciendo. Las injusticias de los despidos, el maltrato a compañeros sacerdotes, los cambios de titularidad, cómo se llevaban la administración de las tierras y cementerios parroquiales, las donaciones que se exigían por decreto aún a sabiendas que el párroco no puede hacerlo porque no es el propietario sino el administrador de la Parroquia, el tema de las fundaciones, el dinero de ciertas fundaciones de caridad usados para crear la Fundación Educatio Servanda, la forma de exprimir a las parroquias, y un largo etc..."
Fiel a la máxima evangélica de que "la luz no se puede ocultar debajo del celemín", el sacerdote gaditano Rafael Vez Palomino denunció las injusticias que, a su juicio, estaba y está cometiendo su obispo, Rafael Zornoza, al frente de la diócesis de Cádiz. Las represalias episcopales no se hicieron esperar. Lo último, "degradarle" de párroco de Conil. El sacerdote, arropado por las autoridades y por la gente, se siente alegre y consolado por su apoyo, mientras deplora "las formas" del prelado y asegura que está dispuesto a solucionar el conflicto "con diálogo y buena voluntad", algo que, hasta ahora, no ha habido por parte del titular de la diócesis.
¿Esperaba que el señor obispo le relegase de esa manera: de párroco a administrador?
No lo esperaba. De hecho me enteré por la prensa, y a día de hoy no he recibido el documento escrito, a pesar de haber solicitado una explicación por escrito. Además estamos en un proceso canónico y debería haber sido prudente de no cambiar la situación. Pero no me ha sorprendido en vista del estilo que se ha impuesto en la diócesis en el trato con los sacerdotes. No somos empleados de una empresa ni números. Somos colaboradores con el Obispo en la misma tarea. Tengo claro la máxima antigua: “nada sin el Obispo”, pero también, que un obispo no es NADA sin sus sacerdotes.
¿Hay precedentes de un caso así?
No hay ningún caso. De hecho, todos los que fueron nombrados en el mismo año que yo han sido prorrogados por 6 años más. Incluso aquellos que ya han cumplido la prórroga segunda han sido renovados. El mismo obispo siempre se ha jactado de decir que no quiere que nadie esté más de 12 años en un destino, y a algunos los ha renovado. ¿Por qué?
¿Qué sintió al enterarte de la decisión episcopal?
Sentí pena y Alegría. Me explico: Pena por las formas al uso, impropias de un obispo. Siempre se ha negado a hablar, (podría contar lo vivido en su despacho: la chulería a las puertas de su despacho, el desprecio en el trato, la altanería en las formas, como se crecía delante de los dos sacerdotes presentes, cómo me arrebató el papel que tenía que firmar cuando le indiqué que iba a añadir una nota, el trato vejatorio, y un largo etc.) me remito a la experiencia vivida, incluso por mi propio representante legal. Hemos hablado tres veces: al mes de llegar, el 26 de Mayo de 2016, y el 19 de Septiembre de 2019.
Alegría porque a las cosas se les da el valor dependiendo de quién vengan. El obispo no conoce a sus sacerdotes. Y yo no soy una excepción. Que considere que estoy incapacitado para ser párroco después de 29 años de haberlo sido, dice mucho de su decisión. Seguramente los dos obispos anteriores se equivocaron, o fueron demasiados generosos conmigo. Cuando se ataca a alguien como persona es que no se puede cuestionar su trabajo y su hacer.
Piense en estos registros en su 9 años en la Diócesis: cuatro Vicarios Generales, 3 Ecónomos Diocesanos, 3 Secretarios Canciller, delegados destituídos, nombramientos fallidos, personas que acumulan cargos...
¿Consuela el que un alcalde ateo dé la cara públicamente por usted?
Sí, no sólo consuela sino que alegra. Pero deseo matizar algo. Cuando se habla del alcalde, sobra el calificativo de ateo. Me molesta porque se usa en tono peyorativo. Considero que Don Juan Bermudez, alcalde de IU en Conil ha levantado su voz contra lo que considera una injusticia, no sólo contra la persona del párroco sino también con su pueblo. Y estoy muy orgulloso de ello. Y me siento abrumado por ello. (Ni yo soy don Camilo, ni él es Don Peppone, aunque le reconozco que estoy localizando de nuevo la película para volverla a ver). Siempre he entendido que mi labor ha de ser de colaboración con las instituciones públicas y privadas. Nunca he escondido mi condición de sacerdote y cuando he trabajado codo con codo con ellos han sido respetuosos con mi fe como yo con la suya. Es mucho más lo que nos une que lo que nos separa. A nadie con el que haya trabajado le he preguntado por su fe, ni por su condición, ni opción, ni pensamiento político. TODOS SUMAMOS.
Tristemente en esta etapa de la Iglesia, en que parecemos un animal herido de muerte, salen estos estilos ultraradicales que se dedican a desprestigiar, rechazar al distinto, romper puentes, poner barreras, hacer distinciones.
¿Le emociona el que la gente salga a manifestarse por usted?
Como humano que soy claro que me emociona. No lo esperaba, aunque sabía que la gente de Conil era especial. Lo he mamado desde chico. Mi madre era oriunda de esta localidad. Me siento muy orgulloso de las gentes a las que he servido durante los últimos seis años. He aprendido mucho de ellos, y ellos me han dado la fuerza y el valor, el ejemplo, para levantar la voz, decir las cosas, no mirar para otro lado, como en otros tiempos lo hicieron otros feligreses en otros lugares. Estoy sorprendido del cariño de la gente. Creo que es inmerecido por mi parte. Y me siento satisfecho de que el trabajo y el esfuerzo realizado, el cariño puesto y entregado, Dios me ha concedido ver el inicio de sus frutos.
¿Se siente apoyado también por algunos compañeros sacerdotes?
Sí. Aunque estoy convencido de que todos tenemos miedo. Yo también. Pero sé que la verdad prevalece, y que Dios aún no ha dicho su última palabra. Cuando levanté la voz, sabía a lo que me exponía. Pero había que decir lo que estaban haciendo. Las injusticias de los despidos, el maltrato a compañeros sacerdotes, los cambios de titularidad, cómo se llevaban la administración de las tierras y cementerios parroquiales, las donaciones que se exigían por decreto aún a sabiendas que el párroco no puede hacerlo porque no es el propietario sino el administrador de la Parroquia, el tema de las fundaciones, el dinero de ciertas fundaciones de caridad usados para crear la Fundación Educatio Servanda, la forma de exprimir a las parroquias, y un largo etc... Y sabía que me quedaría solo. Pero asumí el riesgo, y aún a día de hoy no sé cómo terminará todo.
Muchos han hablado en privado conmigo apoyándome, otros me han recriminado lo que he hecho. Ante Dios, y en conciencia, sé que he hecho lo que tenía que hacer, y del modo como lo he hecho. Muchas de las críticas recibidas son injustas y adolecen de desconocimiento.
Me hubiera gustado que hubiera sido de otra manera. Pero no puedo exigir ni obligar a nadie a dar la cara, a arriesgarse, a luchar. Cada uno de be ver lo que Dios le pide cada en momento.
¿Cómo poner fin a esta dolorosa situación?
Con diálogo y buena voluntad. No lo ha habido, ni se ha pretendido por una de las partes. La Congregación del Clero solicitó tres veces que hiciéramos lo posible por sentarnos y buscar una solución. No ha sido posible, y a día de hoy estamos a la espera de la resolución.
¿Qué está dispuesto a ofrecerle al obispo?
Mi abogado ya indicó unas propuestas para iniciar el diálogo, que nunca han sido respetadas ni valoradas. Porque hay que entender que aquí hay varias cosas mezcladas. Al cese de Profesor del Seminario, la amonestación canónica sin previo apercibimiento oral, al recurso presentado ante la Congregación del Clero, se le ha añadido ahora la no renovación de mi cargo de párroco, y el nombramiento de Administrador Parroquial.
Cada cosa es distinta, y requiere una respuesta distinta. Pero sí tengo claro, que mi abogado deberá estar presente en ese diálogo.