En mayo, las víctimas de abusos exigieron al Papa su dimisión Roma acepta la renuncia del obispo de Tenerife mes y medio después de presentarla (y no nombra sucesor)
Poco más de mes y medio después de haber presentado su renuncia como obispo de Tenerife por razones de edad, la Santa Sede ha anunciado este 16 de septiembre que el Papa se la ha aceptado a Bernardo Álvarez, en lo que es un gesto que ha llamado la atención, toda vez que -salvo casos excepcionales- Francisco suele dilatar un poco más el plazo para aceptarla.
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También resulta llamativo el hecho de que no se haya nombrado al obispo sucesor de Álvarez, que ocupaba la sede tinerfeña desde hacía 19 años, y quien había ejecico todo su ministerio sacerdotal en diferentes poblaciones de Tenerife y La Palma, y otras tareas en la curia diocesana.
Nacido en Breña Alta, isla de La Palma, el 29 de julio de 1949, en la Conferencia Episcopal Española es miembro de la Comisión para el Clero y Seminarios.
El prelado ha sido tristemente famoso por algunas polémicas declaraciones en referencia a los abusos sexuales a menores, hasta el punto de que en mayo pasado varias asociaciones de víctimas pidieron su dimisión al Papa, y le instaron a "rendir cuentas, las asuma y presente su dimisión irrevocable". Lo hizo, al cumplir los 75 años. Y el Papa le aceptó la dimisión exprés.
Desde la diócesis nivariense, en un comunicado, se señala que el ahora obispo emérito "había pedido que este proceso de su renuncia se realizara lo antes posible debido a su estado de salud", y recuerda la intervención de Álvarez al final de la eucaristía del pasado 4 de septiembre, en el decimonoveno aniversario como obispo de Tenerife.
“Damos gracias a Dios por estos 19 años al frente de esta diócesis. Espero que, pronto, el Papa nombre a otro obispo porque estoy delicado de salud. Un obispo que sea capaz de pastorear esta diócesis con espíritu de servicio y de amor a todas las personas'", señaló Bernardo Álvarez.
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