Tivissa se prepara para acompañar al obispo electo, Josep Lluís Serrano, en su ordenación La catedral de la Seu d'Urgell acogerá la primera ordenación episcopal desde Joan Martí Alanis

Ordenación de Martí Alanís
Ordenación de Martí Alanís Flama

Esto pasará en la Seu d'Urgell este próximo sábado con la ordenación de Josep Lluís Serrano, cuyo pueblo, Tivissa, con poco más de 1.600 habitantes, se prepara esta semana para organizar una salida en autocar a la Seu d' Urgell

De esta forma, se volverá a repetir la situación dada el 30 de enero de 1971, cuando, a las ocho de la tarde, se celebró en la Catedral de Santa María de Urgell la toma de posesión como obispo de Urgell de Joan Martí Alanis (1928-2009), quien ocuparía el cargo hasta el 2003

(Flama) En la celebración de una ordenación episcopal, es habitual que exista la presencia de vecinos y vecinas de la villa de nacimiento de quien es consagrado. Más aún si este proviene de un municipio con un tejido social pequeño, y, por tanto, con un vecindario que conozca sus orígenes con toda exactitud y que esté formado, en el mejor de los casos, por un volumen de feligreses y feligresas que pueda ocupar las plazas de un puñado de autocares.

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Esto pasará en la Seu d'Urgell este próximo sábado con la ordenación de Josep Lluís Serrano, cuyo pueblo, Tivissa, con poco más de 1.600 habitantes, se prepara esta semana para organizar una salida en autocar a la Seu d' Urgell. Coordinado por su párroco, Rubèn Garcia, una parte del vecindario viajará a la capital del Alt Urgell para dar calor a su vecino. Después de la consagración, todos ellos comerán y volverán a casa, aunque habrá quien se desplace con vehículo privado, como apuntan fuentes del consistorio tivisano.

De esta forma, se volverá a repetir la situación dada el 30 de enero de 1971, cuando, a las ocho de la tarde, se celebró en la Catedral de Santa María de Urgell la toma de posesión como obispo de Urgell de Joan Martí Alanis (1928-2009), quien ocuparía el cargo hasta el 2003. Pero en aquella ocasión, vecinos y vecinas de Alcover y del Milà, las dos localidades del Alt Camp donde vivió sus primeros años el prelado, hicieron noche, puesto que al día siguiente, a las cuatro y media de la tarde, tuvo lugar su ordenación episcopal, presidida por el nuncio apostólico Luigi Dadaglio (1914-1990) —la última ceremonia de ordenación episcopal que ha acogido el templo románico porque el arzobispo Joan-Enric Vives fue consagrado en 1993 en la catedral de Barcelona.

Acompañado por representantes de otros territorios diocesanos como el arzobispo de Tarragona, Josep Pont i Gol (1907-1995), el arzobispo de Barcelona Marcelo González (1918-2004) o el obispo dimisionario de Urgell, Ramon Iglésias (1889 -1972), Joan Martí Alanis fue ordenado con la imposición de las manos, de los adornos y del anillo, "que fue regalado por el pueblo donde nació", como recuerda Andreu Banús, alcalde del Milà en ese momento. Acabada la misa, la celebración prosiguió en el Palacio Episcopal de la Seu d'Urgell, con cantos del pueblo y el multitudinario besamanos. Finalmente, en el patio del palacio se encendió un fuego, alrededor del cual los invitados hicieron un círculo, junto al nuevo obispo, cantando varias canciones.

Última toma de posesión en Urgell
Última toma de posesión en Urgell

La última ordenación celebrada en la Catedral de Santa María de Urgell tuvo lugar el 31 de enero de 1971. Félix Peig | Archivo Nacional de Andorra

"Fuimos recibidos por el señor obispo en el Palacio Episcopal"

Quien no se perdió la cita fue el milanense Josep Roig, que junto a sus tíos acompañó al obispo Martí Alanis en su ordenación. Entonces, tenía catorce años y recuerda cómo la experiencia fue "ceremonial y emotiva". Eso sí, después de llegar con un autocar "lleno de vecinos y vecinas de varios pueblos", entre los que se encontraba el entonces sacerdote de Alcover, Anton Solsona.

"Al terminar, nos ofrecieron una recepción en el Palacio Episcopal —continúa—, donde saludamos a nuestro amigo y vecino, ya consagrado obispo". Tanto el viaje de ida como el de vuelta fueron largos y pesados, "pero valió la pena", insiste Roig. La mejora de las carreteras para llegar a la Seu d'Urgell hará, este sábado, que el viaje sea más placentero.

Josep Roig
Josep Roig

Josep Roig muestra una fotografía tomada durante la celebración en la que aparece con sus tíos.

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