"Monseñor: solo unas líneas para expresarle mi agradecido reconocimiento y admiración, compartido por la Fundación que me honro en presidir en estos duros tiempos, por su valerosa y clarificadora defensa del Valle de los Caídos, de los heroicos Padres benedictinos que prestigian aquel lugar sagrado con sus rezos y sacrificado comportamiento, y del verdadero significado e historia de la Basílica". Así arranca la carta que el presidente de la Fundación Nacional Francisco Franco, Juan Chicharro, ha enviado al arzobispo de Oviedo, Jesús Sanz, después de su carta pastoral en la que se salta la 'unanimidad' episcopal en torno al acuerdo por la resignificaión del Valle de Cuelgamuros.
La misiva fue enviada el 7 de abril, poco después de conocerse el contenido de la carta de Sanz Montes, en la que el prelado denuncia "un calculado ataque a esa cruz tan visible y significativa", al tiempo que recalca la "fijación ideológica beligerante" del Ejecutivo, que busca "utilizar a los muertos para ganar batallas perdidas reabriendo las heridas que tanto nos costaron cerrar como hermanos".
"Para nosotros, usted, Sr. Arzobispo, es un modelo excepcional del Pastor que conforta y permite albergar esperanzas a los fieles ante el desolador panorama de nuestra antaño católica España", sostiene en su carta Chicharro, que concluye pidiendo "que Dios le bendiga y le de fortaleza para sobrellevar los ataques que, nos tememos, recibirá por todo ello". La FNFF está en vías de ser ilegalizada en virtud de la Ley de Memoria Democrática.
"Por lo que pueda servir, sepa que también hay otros, pocos o muchos, que sienten un respetuoso afecto por tan digno hijo de San Francisco como es el Arzobispo de Oviedo", finaliza el presidente de la Fundación Nacional Francisco Franco.
