Sinodalidad, discernimiento, pobres y víctimas en el centro y en el corazón de la Iglesia Un Argüello convertido a las tesis de Francisco

"Toda una lección de antropología teológica en la primera parte y de geopolítica mundial y española, en la segunda, aterrizada incluso con propuestas concretas, que encarnan las grandes líneas programáticas del pontificado de Francisco"
"No es habitual que un presidente de la Conferencia utilice el discurso de la Plenaria para sentar cátedra y doctrina antropológico-política. Y Argüello lo hizo. Porque sabe y porque quiso hacerlo"
Como era de esperar, la fachosfera política, especialmente Vox, puso a Argüello a caer de un burro: “La Iglesia no puede colaborar en esta nueva forma de esclavitud que es la migración masiva”
"Lo que siempre dijo Francisco: Las víctimas en el centro de la Iglesia. Y ahora dice también Argüello, el convertido"
Como era de esperar, la fachosfera política, especialmente Vox, puso a Argüello a caer de un burro: “La Iglesia no puede colaborar en esta nueva forma de esclavitud que es la migración masiva”
"Lo que siempre dijo Francisco: Las víctimas en el centro de la Iglesia. Y ahora dice también Argüello, el convertido"
Largo discurso (abreviado en la lectura) del presidente del episcopado, Luis Argüello, en la inauguración de la Asamblea Plenaria de la Conferencia episcopal española. Toda una lección de antropología teológica en la primera parte y de geopolítica mundial y española, en la segunda, aterrizada incluso con propuestas concretas, que encarnan las grandes líneas programáticas del pontificado de Francisco.
Las primeras 24 páginas de antropología teológica pueden ser más o menos discutibles, pero, para muchos obispos, parecía que era la primera vez que las leían o las escuchaban. Por eso, estaban atentos y abrían grandes los ojos. No es habitual que un presidente de la Conferencia utilice el discurso de la Plenaria para sentar cátedra y doctrina antropológico-política. Pero Argüello tiene clase y altura intelectual.

Y Argüello lo hizo. Porque sabe y porque quiso hacerlo. Con frases redondas y argumentos sólidos, que se pueden compartir o no, pero que apuntan al fondo de las cosas. A muchos obispos, su discurso les sonó novedoso y, estén o no de acuerdo con él en todo o en parte, lo que dijo el ‘presidente’ les hizo pensar.
Unas cuantas muestras:
“El lugar donde somos convocados a celebrar la eucaristía del domingo no es un sitio particular, privado, porque la eucaristía, y especialmente la eucaristía del domingo, no es un acto piadoso de devoción particular. Es la reunión de los dispersos. Es el encuentro de los convocados como asamblea de llamados”
“Cada uno viene al aquí del altar, desde situaciones familiares, relaciones de vecinos, la situación económica, política y cultural en la que se desarrolla la convivencia que ha de ser renovada por el grupo de personas que «hoy y aquí» rezamos juntos el padrenuestro”
“(Jesucristo) camina delante de nosotros, en medio de nosotros, detrás de nosotros y nos ayuda a situarnos en la historia como peregrinos de esperanza”
Los pobres en el centro (como el Papa)
“La realidad de los empobrecidos es consecuencia de la ruptura del plan de Dios por la desobediencia que provoca apropiación, violencia y mentira”
“Los gritos, tantas veces silenciosos, de los pobres nos llaman y ponen a prueba nuestra esperanza en el ejercicio de la caridad”

“El relativismo moral y el positivismo jurídico precisan ser desbordados por el rostro de los pobres, las llamadas implícitas al reconocimiento de su dignidad y la respuesta que los creyentes estemos dispuestos a dar, urgidos por el dolor de amor y la inminencia de la vida eterna que abre nuestros corazones y nuestras manos para responder más allá de las lógicas mundanas y para permanecer en la respuesta a pesar de las oscuridades y desiertos que sea preciso atravesar”
Sinodalidad y discernimiento (los otros dos ejes de Argüello…y del Papa)
“La sinodalidad es espiritualidad y, al mismo tiempo, es un camino que el Señor nos está proponiendo en el pontificado del papa Francisco”
La Iglesia de las pilas bautismales sin agua
En clave más intraeclesial, Argüello tampoco se anda por las ramas y habla de una España que cuenta nada menos que con 23.000 pilas bautismales, pero muchas de ellas “no tienen agua, no porque no llueva, sino porque no hay comunidad cristiana en torno a la pila del bautismo”.
Y, aunque para volver a llenar de agua las pilas bautismales, propone un primer anuncio que pase por iniciativas como Emaús, Effetá, Bartimeo, Proyecto amor conyugal o Hakuna (algunas de ellas en entredicho y que están siendo examinadas por Roma), también reconoce la dificultad que tienen tales movimientos “para transformar la emoción en virtud”.
Geopolítica (mundial y patria)
En cuanto a su clase de geopolítica, el presidente del episcopado, que es experto también en esta materia, acusa a Trump de “precipitar la quiebra del ‘orden internacional establecido después de la II Guerra Mundial” y critica el rearme en Europa o la “terrible guerra” de Gaza.

Asegura, con lucidez, la importancia del fenómeno religioso entre los diversos polos de poder, sobre todo en Estados Unidos, de la mano de la “teología de la prosperidad” (si te va bien en la vida, es porque Dios te bendice y, si te va mal, es porque te lo mereces, por pecador).
Aterrizando su clase política en España, Argüello lanza dos propuestas y un compromiso. La primera propuesta consiste en la creación de un foro, para impulsar lo que denomina como “una alianza social para la esperanza”, cuya función primordial sería “promover la cultura de la vida”.
En la segunda propuesta (también muy razonable) propone al PSOE y al PP, que aprueben la ILP para regularizar a los emigrantes y promover “una alianza social”, que les lleve esperanza también a ellos.
Como era de esperar, la fachosfera política, especialmente Vox, puso a Argüello a caer de un burro: “La Iglesia no puede colaborar en esta nueva forma de esclavitud que es la migración masiva”.
Mientras tanto, unas 50 personas (en su mayoría de Hazte Oír) le montaron un escrache a los obispos (especialmente a Cobo, al que acusaron de Judas, profanador y satánico), cuando la verdad es que la Iglesia salió ganando en su pulso con el Gobierno a propósito de Cuelgamuros. Consiguió mantener la basílica, el culto y a los benedictinos, a cambio simplemente de la salida del prior Cantera y de la resignificación de la entrada al templo. ¡Deberían darle las gracias a Cobo y, sobre todo, a Parolin!

Argüello sorprendió hasta el mismo final de su discurso, con un cambio radical de su discurso respecto a las víctimas de abusos de la Iglesia, ofreciéndoles reparación, incluso “donde no haya obligación jurídica”, y estudiando “una posible supervisión del Defensor del Pueblo en este proceso ya en marcha”.
Lo nunca visto y lo que venían pidiendo las asociaciones de abusados del clero: ¡La Iglesia confiando oficialmente en Ángel Gabilondo para una reparación integral de las víctimas! Lo que siempre dijo Francisco: Las víctimas en el centro de la Iglesia. Y ahora dice también Argüello, el convertido.
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