"Razones estrictamente personales". Eso fue lo que adujo el pasado 23 de agosto la diócesis de Solsona cuando anunció la renuncia de Xavier Novell. Tras diez días de silencio, y después de que RD destapara, en exclusiva, la razón última (que no la única) de su marcha -su relación con una mujer, con la quien convive en Manresa- el Obispado sigue enrocado en la misma expresión.
En una nota enviada a los medios esta mañana, la diócesis que ahora dirige, como administrador apostólico, Romá Casanova, apunta a que "a partir de la información facilitada en algunos medios de comunicación sobre las posibles causas de la renuncia del obispo de Solsona, Mons. Xavier Novell i Goma", sólo cabe responder que "la decisión tomada por el obispo emérito obedece a 'razones estrictamente personales' y, por tanto, la corroboración, o no, de estas informaciones, pertenece a su estricto ámbito personal".
En otras palabras: que sea Novell quien explique, si quiere, por qué ha dejado la diócesis. "La Iglesia diocesana, en comunión con el Administrador apostólico, sigue rezando con la esperanza puesta en el Señor", concluye la nota. La Iglesia, por lo que se ve, mantiene su incomprensible estrategia de silencio y esperar a que 'pase el temporal'.