Su evolución ha sido favorable y actualmente se encuentra ingresado en planta Ureña, arzobispo emérito de Zaragoza, herido grave en un accidente de tráfico

El arzobispo emérito de Zaragoza Manuel Ureña se encuentra ingresado en el Hospital de Alcira (Valencia) donde se recupera de las graves heridas sufridas en un accidente de tráfico ocurrido hace una semana. El siniestro se produjo en la autopista A-7 a la altura del Llosa de Ranes.

Ureña, de 80 años, fue trasladado al centro sanitario de Lluís Alcanyís de Játiva con politraumatismos, pero al día siguiente fue evacuado al Hospital Universitario de La Ribera de Alcira donde ha permanecido durante varios días en la unidad de cuidados intensivos. A pesar de la gravedad, su evolución ha sido favorable y actualmente se encuentra ingresado en planta, según informó este miércoles el diario ‘Levante’, que añadía que en todo momento estuvo acompañado por su familia.

El que fue arzobispo de la capital aragonesa desde 2005 a 2014, de 80 años y natural de la localidad valenciana de Albaida, circulaba por la mencionada autopista cuando, por causas que se desconocen, perdió el control del turismo, se salió de la vía por el margen derecho y acabó cayendo en la cuneta. Como consecuencia, los bomberos del Consorcio Provincial de Valencia tuvieron que rescatarlo del interior del coche, en el que iba solo. En el siniestro, no hubo más vehículo implicados.

El Arzobispado de Zaragoza expresó ayer su "profundo pesar" por el delicado estado de salud del emérito y solicitó a toda la comunidad diocesana "unirse en oración por su pronta recuperación".

Aunque no reside habitualmente en Albaida, tiene casa y familia en su localidad natal y suele acudir con bastante asiduidad. Las fuentes citadas por el mencionado diario apuntaron que, hasta el accidente del pasado jueves, su estado de salud era bueno y solía desplazarse de manera autónoma, utilizando su coche.

Multa por duplicar la velocidad permitida

De hecho, a Manuel Ureña le "encanta" conducir, como reconoció a algunos periodistas cuando estuvo a cargo de la archidiócesis de Zaragoza. En esa época era notorio que no tenía chófer porque le gustaba ponerse al volante de su propio coche, entonces un Peugeot 407. Precisamente en un desplazamiento por la provincia, cuando se dirigía a Ejea de los Caballeros en septiembre de 2006, fue cazado por un radar de la Guardia Civil de Tráfico en la travesía urbana de Tauste doblando casi la velocidad permitida. La infracción le costó una multa y descuento de los puntos de carné.