Se solicita a los familiares que actualicen los datos registrales y los pagos pendientes En su afán recaudatorio, el obispado de Cádiz llena de pegatinas las tumbas del cementerio de Vejer

“Urgente. Habiendo sido imposible localizarles, les rogamos pasen por la oficina miércoles y viernes. Teléfono: 687110278”. Son las pegatinas que tapizan las tumbas del cementerio de Vejer. Sería cómico, si no fuese indigno, sobre todo teniendo en cuenta que la empresa que colocó los cartelitos y que gestiona el cementerio pertenece al obispado de Cádiz y la dirige su recientemente despedido ecónomo plenipotenciario, Antonio Diufaín Mora.

Como es lógico, entre la mayoría de los vecinos ha cundido la indignación por lo insólito y lo desafortunado del procedimiento de la empresa del obispo. Tanto es así que el propio alcalde del pueblo, FranciscoManuel Flor, protestó contra la medida, en sus redes sociales, solicitando que se notifique la petición por carta, como es habitual y lógico. A su juicio, “es como si a una persona le queremos notificar algo desde el Ayuntamiento y le ponemos una pegatina en su coge; no es serio ni tampoco responsables”.

Los vecinos critican, asimismo, el excesivo afán recaudatorio de la empresa del obispado de Cádiz, que regenta monseñor Zornoza. Además saben que las pegatinas que siembran las tumbas de sus familiares tienen como único fin presionarlos, para que pasen por las oficinas de la nueva empresa, actualicen los datos registrales y, sobre todo, pongan al día los pagos.

Según los informes que obran en poder de RD, la empresa con la que el obispado gestiona algunos cementerios que antes eran de las parroquias, se llama 'Santa María servicios de administración sl' y se constituyó el 10-05-2019. Su estructura corporativa está formada por un administrador único, Antonio Diufaín Mora, por una matriz, obispado de Cádiz y Ceuta, y por una forma jurídica de “sociedad limitada unipersonal”.

La empresa controla, por ahora, los cementerios, antes parroquiales, de Vejer, Benalup y Facinas, y ya tiene en cartera los de Barbate, Zahara de los Atunes y Conil. Todo por el negocio. Y es que, desde que llegó a Cádiz, monseñor Zornoza gestiona la diócesis al más puro estilo empresarial. De ahí que esté pasando al obispado y, más en concreto, a las manos de su fiel alter ego, Diufaín, todo lo que pueda reportar algún beneficio económico. Y, como los cementerios, son rentables, hace un tiempo los hizo pasar de propiedad de las parroquias a depender directamente del obispado.

Administrada en base a criterios empresariales y no pastorales, la diócesis languidece, explotan los escándalos por todas partes y monseñor Zornoza se ha convertido en uno de los obispos 'malqueridos' de España. Tras la pandemia y a pesar de la supuesta gestión eficaz de su gestor económico, las cuentas están más asfixiadas todavía, y Antonio Diufaín busca euros hasta debajo de las piedras. Aunque para eso tenga que 'profanar' las tumbas y la memoria de los fallecidos del cementerio de Vejer y la dignidad de sus familiares. ¿A qué esperan el Nuncio Auza y Roma, para pedirle ya la renuncia a monseñor Zornoza?