¿No más diáconos hasta que haya diaconisas?

¿Qué pensar respecto a la propuesta, muy discutida en internet desde que se hizo el mes pasado, de que las diócesis irlandesas pongan pausa a la ordenación de nuevos diáconos permanentes hasta que el Papa decida sobre la posible reintroducción de las diaconisas?

Traducimos y analizamos dos comunicados sobre el tema. El primero, el del padre Roy Donovan, el que inició el presente debate. El segundo, el de la Asociación de Sacerdotes Católicos de Irlanda en pleno apoyo a la idea de Donovan.

¡Diaconisas para la archidiócesis de Cashel y Emly!

El arzobispo Kieran O'Reilly "ha pedido a un grupo de personas, tanto laicos como clérigos, formar parte de una comisión... para examinar la idoneidad del diaconado permanente para la archidiócesis. Esta comisión empezará su trabajo en el otoño".

El diaconado permanente excluye a las mujeres. Introducirlo, sin las mujeres, extendería el patriarcado en la archidiócesis. ¿Cuáles serían las implicaciones de esto cuando ya hay tantas mujeres involucradas sobre el terreno, en toda clase de ministerios, sin habérselas dado estatus y poder? ¿No se han merecido ellas también su sitio en la mesa presidencial? Se ha llegado a sugerir que una de las razones por las que los varones se presentan para el diaconado es que les confiere cierta cantidad de poder y estatus.

El Papa Francisco estableció una comisión en julio de 2016 para estudiar el diaconado y el papel de las diaconisas en la Iglesia primitiva.

¿Se adelantará este grupo establecido por el arzobispo al Papa Francisco y introducir las diaconisas?

Permitir que solo los varones puedan acceder al diaconado pone aún más en entredicho la naturaleza de las relaciones que los sacerdotes tienen con sus madres, hermanas y sobrinas. También hace sospechar de las relaciones los sacerdotes tienen con otras mujeres.

Hay mujeres en la archidiócesis que se creen llamadas por Dios a ser sacerdotes. [...]

Aún nos queda un largo recorrido para implementar la originalidad del Evangelio de Jesús: un ministerio de iguales entre iguales. Al fin y al cabo, María Magdalena -conocida como la Apóstol a los Apóstoles- fue la primera ministra de la Buena Noticia, ¡proclamando que Jesús está vivo!

Comunicado de la Asociación de Sacerdotes Católicos sobre el diaconado permanente

El liderazgo de la Asociación de Sacerdotes Católicos apoya plenamente al padre Roy Donovan en su comunicado sobre la decisión del arzobispo de Cashel y Emly de establecer una comisión para considerar la introducción del diaconado permanente en su diócesis.

La oposición de Roy está motivada por el hecho de que la Iglesia actualmente limita el diaconado a los varones, a pesar de que el Papa Francisco tiene a una comisión trabajando sobre la historia de las diaconisas en la Iglesia primitiva, con miras a posiblemente abrir el diaconado también a las mujeres.

Instamos, por tanto, a cada diócesis del país a renunciar a la introducción del diaconado permanente hasta que informe la comisión vaticana, y que el Papa Francisco tome una decisión basada en su informe.

Creemos que ir adelante ahora con la introducción de un diaconado permanente de varones, y al hacerlo introducir otra capa masculina y clerical al ministerio, representa una falta de sensibilidad, una falta de respeto a las mujeres, y algo contraproducente en la coyuntura crítica actual.



Un "diaconado de todos los fieles"

Cierto es que, como observa Donovan, "el diaconado permanente excluye a las mujeres", y que introducirlo en un país que en su mayor parte no ha contado con la aportación de estos clérigos desde la reinstitución de este ministerio tras el Vaticano II -y tanto "sin las mujeres"- "extendería el patriarcado en la archidiócesis".

Pero, ¿de verdad se debe plantear la moratoria propuesta sobre los nuevos diáconos desde el deseo de obtener más "estatus y poder" en la Iglesia para las mujeres? O dicho de otra forma: ¿de verdad se conseguiría, por fin, lo que Donovan califica como la "originalidad del Evangelio" -un "ministerio de iguales entre iguales"- abriendo el diaconado permanente a ellas también?

No discuto que un ministerio de diaconisas no introduzca "otra capa masculina y clerical al ministerio", que no represente "una falta de sensibilidad" o "respeto" hacia las mujeres, o que no sea "contraproducente" en el momento actual. Son cosas todas que me parecen obvias. Tanto en un contexto donde el diaconado permanente esté a punto de ser introducido, como es el caso de Irlanda, o contextos donde tiene pleno arraigo.

Mi pregunta es otra: si el diaconado ha sido, en cualquier grado, el responsable de haber hecho de la Iglesia un "patriarcado" -"masculino" y "clerical", donde no se extiende a las mujeres la dignidad que ostentan en cuanto hijas de Dios- ¿es realmente necesario que el diaconado siga existiendo en cualquier forma -masculina o femenina- en la Iglesia?

¿Qué sucedería si se aboliera en su totalidad y se empezara algo nuevo? ¿Algo "original", esta etiqueta que Donovan aplica de forma tan perspicaz al Evangelio de Jesús? No habría por qué que se perdiera el nombre, tan evocativo del servicio abnegado, desinteresado y altruista que el mismo Jesús fue el primero en prestar. No: quizás sería suficiente reconocer, en nuestras teologías y ecclesiologías, el "diaconado" de todos los fieles, tal y como ya se reconoce el "sacerdocio" de los mismos (1 Ped. 2.9; Rev. 5.10).

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