Gabriel Pérez: "Crecer para llegar a ser la universidad que soñamos ser" Innovación, diseño y sostenibilidad, ejes de la nueva sede en Sevilla de Universidad Loyola
La propuesta de la Universidad Loyola supera el concepto de campus tradicional, convirtiéndolo en un ejemplo de eficiencia, responsabilidad y tecnología al servicio de las personas.
La construcción del complejo, de 29.000 m2 de superficie construida, se ha desarrollado en 17 meses y ha contado con un presupuesto total de 40 millones de euros, incluida la habilitación de espacios.
Diseñado por luis vidal + arquitectos, en la construcción del campus han participado más de 25 empresas
Diseñado por luis vidal + arquitectos, en la construcción del campus han participado más de 25 empresas
| Loyola Andalucía
Las nuevas instalaciones de la Universidad Loyola se convertirán en un referente en innovación, diseño y sostenibilidad. Así lo han puesto de manifiesto el arquitecto responsable del proyecto, Luis Vidal; el rector de la Universidad Loyola, Gabriel Pérez, y el gerente de la institución jesuita, Manuel Molina, en el acto de presentación del nuevo Campus a los medios de comunicación.
Con una inversión de 40 millones de euros (incluida la habilitación de espacios) el nuevo complejo alberga desde el 2 de septiembre a una comunidad universitaria de unas 2.500 personas entre personal y alumnado en una superficie total de 29.000 metros cuadrados construidos.
En su construcción, desarrollada en 17 meses, han participado más de 25 empresas, entre las que se encuentran Bovis, Heliopol, Inabensa, Iretec, Iaso, Glesa, SEI, AMS, Cubiertas Iglesias, Infatec, Andaluza de Laminados, Francisco Lucas, Tierra o Chavsa, entre otras. Asimismo, han colaborado Calter Ingeniería, AAS Ermes, Ingeniería de Instalaciones, Margarida Acústica, CSP y Cerámicas La Paloma.
El reto de crecer
El rector de la Universidad Loyola, Gabriel Pérez, ha afirmado que “este nuevo campus quiere ofrecer unas instalaciones y equipamientos que complementen eficazmente la labor del personal y el profesorado, creando el entorno adecuado para una universidad experiencial en la que los estudiantes no solo aprenden, sino que viven y crecen como personas”.
Asimismo, Pérez Alcalá ha indicado que estas nuevas instalaciones responden al reto al que ahora se enfrenta la institución jesuita, “crecer para llegar a ser la universidad que soñamos ser; ahora mismo somos una institución potente, en crecimiento permanente”. Así, ha explicado que, para lograrlo, Loyola aún ha de crecer en estudiantes, titulaciones, actividad investigadora y servicio a la sociedad. Para finalizar, el rector de la Universidad Loyola ha asegurado que la clave de este crecimiento es la calidad, “una universidad como la nuestra, privada y jesuita, solo puede crecer si lo hace a base de excelencia”.
El diseño del Campus
En su intervención, el arquitecto Luis Vidal, ha destacado que en el diseño aspira a convertirse en el primer campus 5G del mundo. Es un centro universitario del siglo XXI: tecnológico, accesible, sostenible, responsable y que toma al ser humano como medida.
Para conseguirlo, se tomó en consideración la arquitectura tradicional de la zona, las necesidades presentes y futuras de alumnos y trabajadores y un exhaustivo análisis de la luz, “creando espacios que aprovechen la luz natural al máximo posible, a la par que se busca un encuentro entre la comunidad universitaria en la plaza central o patio, inspirado en las tradicionales plazas y patios andaluces, convirtiéndose en el corazón del campus”.
Asimismo, Vidal ha explicado cómo el desarrollo personal y espiritual están en el corazón de la propuesta arquitectónica, representados simbólicamente en el eje longitudinal que recorre el campus, identificado con el conocimiento, en donde se ubican aularios y espacios comunes y el eje transversal, que remite al desarrollo humano y de relación social y en el que se sitúan la biblioteca y la capilla. En la intersección entre ambos ejes se abre una enorme plaza que se convertirá en el corazón de la universidad y su verdadero motor, como gran espacio de encuentro.
Por otro lado, ha indicado que la estrategia de concentración en pocos edificios, eficientes y optimizados, a lo largo de un eje, ha permitido aunar en una primera fase todas las necesidades de aularios, laboratorios, servicios generales y espacios comunes (cafetería y salón de actos) en un único edificio. De esta manera, desde el primer día, la Universidad adquiere sentido, sin alterar ni su funcionamiento, ni su razón de ser durante las futuras fases de crecimiento. “La concepción del Campus se adapta perfectamente a las necesidades de la Universidad y permite ampliarse, modificarse y extenderse según las necesidades presentes y futuras de crecimiento”, ha asegurado.
Finalmente, Luis Vidal ha indicado que este campus está inspirado en los campus integrados norteamericanos, y que en sus instalaciones “todo está concebido para crear entornos que favorezcan los procesos de aprendizaje e investigación y facilitar, en suma, la vida universitaria”.
Apuesta por la sostenibilidad
La sostenibilidad ha sido, asimismo, uno de los ejes en los que se ha basado el diseño y la construcción del nuevo campus de la Universidad Loyola, que aspira a la certificación medioambiental Leed Gold.
Esta apuesta por la sostenibilidad se ha materializado en numerosas medidas, tal como ha explicado Manuel Molina, gerente de la Universidad Loyola. En lo que respecta a los materiales, más del 20% de los materiales del edificio provienen de usos anteriores, y más del 30% tienen extracción y producción a menos de 800 km., evitando o minorando así de forma importante los perjuicios medioambientales inherentes a los grandes desplazamientos de materiales.
Por otro lado, se ha restaurado la vegetación de la parcela con especies autóctonas o adaptadas de forma consistente con el clima local, lo que redunda en menos riesgos para flora local existente, menos consumo de agua y mejor tasa de supervivencia de las especies implantadas. Las zonas ajardinadas ocupan 12.100 m2, donde se han plantado 173 ejemplares de 14 especies distintas de árboles y 41.736 ejemplares de 63 especies distintas de arbustos vivaces y tapizantes.
Asimismo, en el uso eficiente del agua, destaca la construcción de un aljibe para la implantación de un sistema de recuperación parcial de aguas grises para el uso en inodoros, además de la correcta gestión del agua de lluvia en la parcela.
En cuanto a las medidas de eficiencia energética, destacan entre otras, la adecuada orientación del edificio -principalmente Norte y Sur) y el control del soleamiento (velas, voladizos) para impedir ganancias excesivas de calor a través de las fachadas; la envolvente del edificio (cubiertas, fachadas, ventanas) está muy cuidada para minimizar las ganancias y pérdidas energéticas excesivas; los colores de los materiales de cubierta son reflectantes, para evitar la acumulación del calor recibido por radiación; y la instalación de paneles fotovoltaicos con una producción máxima de 150 KWp, lo que supone una disminución del consumo energético neto del edificio.
En conjunto, las medidas implementadas suponen que el edificio consume alrededor de 40% menos de lo que consume un edificio similar que simplemente cumpliera la normativa vigente.
La calidad del ambiente interior también se ha tenido en cuenta con diversas medidas, Se seleccionaron materiales con bajos niveles de COVs (Componentes Orgánicos Volátiles) para reducir la huella medioambiental de las instalaciones. Además, se incorporan grandes felpudos al diseño de los accesos al edificio principal para realizar un primer filtrado de sustancias nocivas que pueden provenir del exterior. De este modo se reduce el nivel de suciedad en el interior de los edificios. También se separan los cuartos de reprografía del resto de zonas en cada planta donde están presentes y se dotan de auto cierres y ventilación específica, impidiendo que las emisiones de la maquinaria ensucien el aire interior
Por último, cabe destacar que el diseño del complejo incentiva los desplazamientos a pie, tanto por el interior como por el exterior del edificio. Esto se consigue con el diseño del paisajismo, el protagonismo de las escaleras, o la generación de itinerarios interiores agradables.
Movilidad
Por otro lado, Loyola quiere ser pionera en materia de movilidad sostenible y para ello ha puesto en marcha un Plan de Movilidad Sostenible para su comunidad universitaria. Este plan se desarrolla en una aplicación que conecta a distintos proveedores de movilidad, poniendo a disposición del alumnado y el personal una solución de movilidad intermodal 360º.
Para el desarrollo de esta App, la Universidad Loyola ha apostado de la mano de Telefónica, por la solución integral AIO (All in One), desarrollo de la startup sevillana del mismo nombre especializada en innovación en movilidad sostenible “Smart Mobility”. AIO nació en la aceleradora Andalucía Open Future, impulsada por Junta de Andalucía y Telefónica, quienes han acompañado a sus fundadores desde que era una idea hasta su impulso en el mercado.
Esta App, disponible para iOs y Android, facilita información en tiempo real de alternativas de transporte público (metro, cercanías, autobús, etc.), y acceso a opciones privadas (vtc, taxi, o patinetes eléctricos), así como para compartir de vehículos. Próximamente, se incorporarán más opciones como las bicicletas y motos eléctricas.
De este modo, el usuario podrá acceder a las alternativas de transporte disponibles para elegir la opción más conveniente, siempre con tres variables diferenciales tales como tiempo, precio y emisiones de CO2 a la atmósfera.