Por fin,
José Ignacio Munilla se ha referido al "caso Pagola". Como nos imaginábamos,
tirando balones fuera, esgrimiendo que
no ha leído el libro (¿alguien puede creérselo?), que
la prudencia le obliga a guardar silencio (¿¿??) y que esta cuestión está
fuera de su competencia. Esta última expresión nos obliga a hacernos unas cuantas preguntas:
1.- Si el obispo de San Sebastián
no es competente, ¿quién lo es?
2.- Si, como dice, no ha leído el libro ni opinado sobre él, ¿significa que
no se ha cancelado el "nihil obstat" del anterior obispo?
3.- Si es así, ¿
quién ha dado la orden de retirar el libro? ¿Qué presiones se esconden detrás de la decisión?
4.- Si, como parece, ha habido presiones de la Conferencia Episcopal, ¿
quién es la Conferencia Episcopal para enmedar la plana a un obispo, sobre todo si su sucesor, que es quien tendría las competencias para cambiar una decisión de tal calado, ni siquiera ha leído el libro y, por tanto, no tiene una opinión al respecto?
5.- ¿Por qué algunos jerarcas de nuestra Iglesia tienden a
abrazar a los "hijos pródigos" cuando se arrepienten y no a aquellos que se quedan, pese a todo, dentro de la casa?
baronrampante@hotmail.es