Que ya está aquí, que ya nace... en un pesebre, y también, y sobre todo, en el corazón de las gentes de buena voluntad.
Nace en tí, amigo lector, ojalá nazca en todos nosotros. Ya sería mucho pedir...
También en las pateras, y entre los inmigrantes, los nuevos Cristos, como le gusta decir al
padre Ángel. El fundador de Mensajeros celebrará mañana, junto al "
Padre Pateras", la
Misa del Gallo en Algeciras, junto a los inmigrantes acogidos por los Hermanos de la Cruz Blanca. Esos
niños de Jesús rotos, que hoy nacen en las pateras, camino de un mundo nuevo, encontrándose -como entonces- edictos, puertas cerradas e incomprensión. Y, como entonces,
un pequeño pesebre y unas pajas, la de los hermanos franciscanos. La de todos los hombres y mujeres de buena voluntad. Que son la mayoría. Junto a ellos, también hay
otros niños Dios que nacen rotos: en la guerra, en el hambre, en el trabajo infantil, entre los pequeños soldados, en las enfermedades que ya debieran estar erradicadas. Cristo nace cada día, y por mucho que queramos matarlo, nacerá día tras día, minuto a minuto, en cada hombre que quiera aceptarlo (que decía la canción que cantábamos en la parroquia de nuestra niñez). Cristo es un firme partidario de la
esperanza, ésa que nunca falla, y que permite que, de nuevo, el Niño Dios nazca.
Que viene ya. Que llega entre pajas, canoas, sal y arena. Como sea.
Lo importante es que venga. Y que nos demos cuenta.
A TODOS: FELIZ NAVIDAD