El escándalo de abusos en el colegio de la Obra es uno de los dos que Bergoglio ha ordenado reinvestigar El Papa confirma que el 'caso Gaztelueta' "no fue juzgado bien por la Iglesia"
"No todo el mundo tiene valor; a veces está la tentación de transigir, y también todos somos esclavos de nuestros pecados, pero la voluntad de la Iglesia es aclararlo todo"
"He recibido dos quejas en los últimos meses sobre casos de abusos que habían sido encubiertos y no juzgados bien por la Iglesia: inmediatamente pedí un nuevo estudio (de los dos casos) y ahora se está haciendo un nuevo juicio"
"Estamos trabajando con todo lo que podemos, pero sepan que hay gente dentro de la Iglesia que todavía no ve claro, que no comparte... es un proceso que estamos haciendo y lo estamos llevando a cabo con valentía y no todo el mundo tiene valor; a veces está la tentación de transigir, y también todos somos esclavos de nuestros pecados, pero la voluntad de la Iglesia es aclararlo todo"
"Estamos trabajando con todo lo que podemos, pero sepan que hay gente dentro de la Iglesia que todavía no ve claro, que no comparte... es un proceso que estamos haciendo y lo estamos llevando a cabo con valentía y no todo el mundo tiene valor; a veces está la tentación de transigir, y también todos somos esclavos de nuestros pecados, pero la voluntad de la Iglesia es aclararlo todo"
"No todo el mundo tiene valor; a veces está la tentación de transigir, y también todos somos esclavos de nuestros pecados, pero la voluntad de la Iglesia es aclararlo todo. Por ejemplo, he recibido dos quejas en los últimos meses sobre casos de abusos que habían sido encubiertos y no juzgados bien por la Iglesia: inmediatamente pedí un nuevo estudio (de los dos casos) y ahora se está haciendo un nuevo juicio". Durante el vuelo papal, Francisco hizo referencia a dos casos de abusos que no se juzgaron como debían en su tiempo y que, ahora, él, ha ordenado reabrir.
¿Cuáles son estos casos? Uno de ellos, según hemos podido confirmar de fuentes directas, es el 'caso Gaztelueta', cerrado en la justicia civil (por más que algunos sectores se empeñen en intentar reabrir lo imposible) con una condena, en firme, por abusos sexuales continuados contra el ex profesor del colegio Gaztelueta, del Opus Dei.
"Depurar responsabilidades y ayudar a sanar heridas"
Un caso que el Papa ha seguido de cerca desde que se abriera y que, en los últimos meses, y después de varios encuentros con la víctima y un estudio del 'proceso' canónico (no se le puede llamar así, en puridad) que se cerró en falso con una ominosa carta de monseñor Ladaria exigiendo reponer el 'buen nombre' del pederasta, Francisco decidió volver a retomar, con la institución de un nuevo tribunal, presidido por el obispo de Teruel, José Antonio Satué, que ya está trabajando para, como afirmó en la única nota oficial al respecto publicada por la Iglesia española (en la persona del Obispado de Bilbao), "depurar responsabilidades y ayudar a sanar heridas producidas".
En la citada nota se añadía que "el Santo Padre conoció, en diciembre de 2014, las denuncias de abuso a un menor contra un profesor del Colegio Gaztelueta, en Bilbao y, desde entonces, ha seguido de cerca la situación de las personas y las diferentes actuaciones realizadas por los tribunales españoles y por la Iglesia".
"En este momento, ha considerado oportuno ordenar la instrucción de un proceso canónico, encomendado a Mons. José Antonio Satué Huerto, obispo de Teruel y Albarracín. Como notario actuará el Rvdo. José Luis Perucha Rojo, Rector del Seminario de la Diócesis de Sigüenza-Guadalajara", señala el comunicado, confirmndo lo adelantado por RD y señalando que "la Dra. Mirian Cortés Dieguez, Rectora del Universidad Pontificia de Salamanca, y el Rvdo. Federico Mantaras Ruiz-Berdejo, Vicario general de la Diócesis de Asidonia-Jerez, serán los asesores". En RD ya contamos en qué consistirá este proceso, que ya ha comenzado y que, según hemos sabido, no se dilatará.
Porque, como señalaba el Papa, se hará "la revisión de los antiguos juicios, no bien hechos (que no se han dado correctamente)". "Hacemos lo que podemos, todos somos pecadores, ¿sabes?", apuntaba en la rueda de prensa, en la que deslizó el que, para muchos, es el gran problema a la hora de hablar de abusos sexuales en la Iglesia. ¿Cuál es? Que muchos, en puestos de poder dentro de la Iglesia, no están de acuerdo con depurar responsabilidades, y siguen tapando, directa o indirectamente, la lucha contra la pederastia clerical.
"Hay gente dentro de la Iglesia que todavía no ve claro"
"Estamos trabajando con todo lo que podemos, pero sepan que hay gente dentro de la Iglesia que todavía no ve claro, que no comparte... es un proceso que estamos haciendo y lo estamos llevando a cabo con valentía y no todo el mundo tiene valor; a veces está la tentación de transigir, y también todos somos esclavos de nuestros pecados, pero la voluntad de la Iglesia es aclararlo todo", apuntaba Bergoglio, que no está solo en esta lucha.
Aunque sí cuenta con poderosísimos enemigos. Algunos de los cuales, por cierto, utilizan todas las armas que tienen a su alcance, para tratar de minimizar los efectos de las sanciones, advertencias y condenas. Y, al tiempo, intentan anular, con amenazas más o menos veladas, el trabajo de los que, desde hace décadas (y a veces en completa soledad) han denunciado una realidad que, por fin, está siendo abordada desde la cúpula del Vaticano.
"Esto es gravísimo, pero la costumbre siempre ha sido la de encubrir (...). En esto, despertarse, hacer investigaciones y mover las acusaciones, no siempre (y en todas partes) ha sido todo igual, algunas cosas se ocultaron, antes del escándalo de Boston se cambiaba a la gente (se trasladaba a los sacerdotes), ahora todo es claro y se avanza en esto, por lo que no hay que extrañarse de que surjan casos como este, ahora me viene a la mente otro caso de otro obispo, los hay ¿saben? Y (ahora) no es fácil decir 'no lo sabíamos' o 'era la cultura de la época y sigue siendo la cultura social el ocultar'. Te digo esto: la Iglesia es decidida sobre esto"
"Esto es gravísimo, pero la costumbre siempre ha sido la de encubrir (...). En esto, despertarse, hacer investigaciones y mover las acusaciones, no siempre (y en todas partes) ha sido todo igual, algunas cosas se ocultaron, antes del escándalo de Boston se cambiaba a la gente (se trasladaba a los sacerdotes), ahora todo es claro y se avanza en esto, por lo que no hay que extrañarse de que surjan casos como este, ahora me viene a la mente otro caso de otro obispo, los hay ¿saben? Y (ahora) no es fácil decir 'no lo sabíamos' o 'era la cultura de la época y sigue siendo la cultura social el ocultar'. Te digo esto: la Iglesia es decidida sobre esto, y quiero agradecer aquí públicamente el heroísmo del cardenal O'Malley, un buen fraile capuchino, que intuyó la necesidad de institucionalizar esto con la comisión de protección de menores que está llevando adelante, y esto nos hace bien a todos y nos da valor", recalcaba Francisco en la rueda de prensa.
Unas palabras valientes, y una dura advertencia: "No todo el mundo tiene valor; a veces está la tentación de transigir, y también todos somos esclavos de nuestros pecados, pero la voluntad de la Iglesia es aclararlo todo". Esperemos, por el bien de todos, que le dejen. Y que otros oscuros intereses no utilicen armas arteras para bloquear esta tarea.
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