La nota sobre Pagola o el don de la oportunidad

La Comisión Permanente de la Conferencia Episcopal ha autorizado a la Comisión para la Doctrina de la Fe a publicar una nota de clarificación sobre el libro de José Antonio Pagola, "Jesús. Aproximación histórica" (PPC), que verá la luz en su momento "oportuno", según anunció este mediodía Juan Antonio Martínez Camino, Pero, cuando menos, lo único que no es la nota que, en palabras de Camino, "pone en cuestión, de alguna manera, la doctrina católica", es precisamente su oportunidad.

Porque es que este lunes, el obispo de San Sebastián -en la que probablemente haya sido su última decisión al frente de la diócesis donostiarra (aunque de ese asunto hablaremos mañana)- ha concedido el "nihil obstat" y el "imprimatur" a la nueva versión, que ya está preparada para ser impresa y repartida por toda Europa e Iberoamérica. Más de 40.000 ejemplares se han vendido de la primera versión, lo cual supone un éxito editorial sin precedentes en el ámbito de la temática religiosa, descontando claro está los libros de los Papas.

En una carta a sus diocesanos, que recoge en su número de esta semana Vida Nueva, el todavía obispo de San Sebastián reconoce el "eco inusitado" de la obra de Pagola, al tiempo que agradece al autor la relectura realizada, consistente en incluir un neuvo capítulo que aclara la naturaleza de su libro y el alcance y límites de una aproximación histórica a Jesús.

Según Uriarte, Pagola "amplía el último capítulo para afirmar más netamente la vinculación entre la historia de Jesús y el desarrollo de la fe católica de la Iglesia e introduce en el cuerpo del libro diversas modificaciones para disipar interpretaciones a las que podían dar lugar algunos pasajes de la primera versión".

Pues bien: ahora que Pagola ha conseguido el "imprimatur", que no supone ni más ni menos que el obispo de San Sebastián, que es quien tiene que hacerlo mal que nos pese a muchos, ha reafirmado que el escrito no contiene doctrinas contrarias a la fe católica, ahora, digo, es la Conferencia Episcopal la que siente la necesidad de hacer notar los "despistes teológicos" de la primera versión. "Los obispos tienen el derecho y la obligación de clarificar, ante la opinión pública eclesial y los electores respecto a esa obra", afirma Camino. Nadie lo discutiría si todavía estuviésemos debatiendo esa obra. Pero ahora da la impresión de que los obispos quieren, a toda costa, "condenar" a Pagola. Que, no es necesario que lo repita, no es santo de mi devoción.

En todo caso, la nota será cualquier cosa menos oportuna, y vendrá a reabrir un debate que, mal que nos pese, siempre parece estar sobre el papel: el temor, por parte de nuestros eclesiásticos, a todo aquello que no han podido controlar. Y ahora no sólo hablamos de Pagola, sino de lo que en realidad quiere suponer esta nota: un bofetón -aunque indirecto- a la editorial que publica el libro, y a la congregación que la respalda. Una mala noticia cuando de lo que se trata es de recomponer los puentes rotos. Y, se estuviera de acuerdo o no, los obispos bien habrían en reconocer la buena intención tanto de Pagola como de la editorial para aclarar algunos puntos que, aun polémicos, no nos deben hacer olvidar la gran verdad: ¿por qué el libro de Pagola sí llega a los cristianos y no otros? ¿No será cuando menos una buena noticia que la figura de Jesús interese desde un punto de vista pastoral e histórico? Convendría que todos nos lo hiciéramos mirar.

E, insisto: ésta es, probablemente, la última decisión de calado que tome Uriarte en San Sebastián. Pero de ello hablaremos otro día, que éste ha sido un día muy largo. En todo caso, seguirá siendo una buena noticia que tanto la primera versión como sobre todo esta segunda, sean un completo éxito de ventas.

baronrampante@hotmail.es
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