Domingos



La intervención de Dios en la historia
El Dios del Éxodo


Como ya notó von Rad, el Génesis es prólogo, prehistoria
y preparación del hecho esencial: la liberación de los esclavos de Egipto. A propótito de Ex 6, 2-8, donde el escrito sacerdotal usa por primera vez y programaticamente la fórmula "yo soy Yahvé" que será hilo conductor a través de todas las maravillas del Éxodo y a través de toda la legislación hasta el sacerdote-profeta Ezequiel y hasta Deuteroisaías, dice Elliger atinadamente:

Que aquí empieza la fase decisiva de la historia como acción de Dios, se ve inmediatamente en el hecho de que Dios se revela a Moisés con su nombre Yahvé, habiéndoseles aparecido a los padres como El-Sadday... Y su más propia y característica esencia va Dios en seguida a revelarla en el hecho de "sacar", "librar", "rescatar", "salvar con brazo tenso y grandes juicios" al pueblo oprimido.

La importancia de revelación cualitativa que esta intervención histórica tiene para todas las veces que en la Biblia se dice "yo soy Yahvé" o "conoceréis que yo soy Yahvé", no sabría ser suficientemente enfatizada. Es difícil imaginar qué más podía hacer el hagiógrafo para subrayar su importancia, aparte de advertirnos que Dios mismo cambia de nombre en ese momento (Ex 6, 3) y luego añadir:

Dios a los israelitas: yo soy Yahvé y por tanto os libertaré de la opresión de los egipcios y os libraré de su esclavitud, os rescataré con brazo tenso y grandes justicias, y os tomaré por pueblo y seré vuestro Dios, y conoceréis que yo soy Yahvé vuestro Dios, el que os libera de la opresión de los egipcios (Ex 6, 6-7).(G.von Rad)...

En su polémica antiidolátrica Oseas alegaba que sólo Yahvé es el salvador y se basaba en el hecho de la liberación de Egipto acaecida cinco siglos antes; esa misma justicia ve realizada Deuteroisaías en el quebrantamiento del yugo babilónico; según él, basta el hecho de que a los oprimidos les llega la justicia, para saber a ciencia cierta: ¡es Yahvé!:

Los pobres e indigentes buscan agua y no la hay,
su lengua está reseca de sed; yo, Yhavé, sí les daré oído;
yo, el Dios de Israel, no los abandono.
(Is 41, 17)

De modo que vean y sepan, adviertan y consideren
que es la mano de Yahvé la que ha hecho esto,
que el santo de Iarel lo ha creado.
(Is 41, 20)

El hecho bruto es que ha surgido Ciro y despedazado el
imperio babilónico; eso le basta a Deuteroisaías para hacer que Yahvé diga:

Yo lo he suscitado por causa de la justicia
y allanado todos sus caminos;
él construirá mi ciudad y libertará a mis
deportados.
(Is 45, 13)

Ver: José P. Miranda/ Marx y la Biblia. Crítica a la filosofía de la opresión/ Ediciones Sígueme 1975.
Volver arriba