Vidas ejemplares: Pedro Casaldáliga 2
Pedro Casaldáliga
Evangelio, Iglesia, Sociedad
I. Encuentro con animadores de Cáritas
Dagoberto Valdés: Como saben, don Pedro es obispo de Sao Felix do Araguaia de Brasil, es español y vive allí desde hace muchos años comprometido con la prédica del Reino en medio de los indígenas, de los sin tierra, de los de tierra prestada, de los sin tierra por cuenta propia.
Don Pedro:...y de los que tienen demasiado.
Dagoberto: Tenemos, pues, la suerte de conocer en persona a un hombre entregado así a la construcción del Reino de Dios, hasta el extremo. Como es un poeta, todavía recuerdo las primeras palabras que sostuvimos por teléfono, que me han impresionado mucho. Yo invitaba a don Pedro a traer unos poemas para esta noche. Pedro me decía que en un poema se puede decir y comunicar más cosas. Y con razón.
1. La llegada a este continente ha sido para mí como um
sacramento.
Don Pedro: Estoy aquí en Cuba fundamentalmente por claretiano, porque son ciento cincuenta años de la fundación de la Congregación Claretiana por San Antonio María Claret,que fue arzobispo de Santiago de Cuba. Y SICRA, que es la Confederación de las Provincias Claretianas de América Latina y el Caribe que organizó un encuentro sobre la obra claretiana en Santiago.
Soy español y catalán y hace treinta años que estoy en Brasil, en el Mato Grosso, que es el corazón geográfico de Brasil. Dice un famoso novelista brasileño, Antonio Navarro, que en el corazón exacto de Brasil hay un hormiguero inmenso. Aquella región que es la entrada de la Amazonia, ha sido también la entrada del capitalismo en el campo.
Desgraciadamente los colonizadores de todos los tiempos se han creído que la tierra de los indios era tierra de nadie. Y aquí, en Cuba, acabaron con ellos. Yo llegué a Brasil en el 68, en la Primavera de Praga. Para mí la llegada a este continente ha sido un auténtico sacramento. Si yo me hubiera quedado en Europa o España, seguramente habría sido un poco peor. Creo que me ha ayudado mucho esta oportunidad y se lo agradezci a Dios.
Don Pedro sobre sí mismo
Con un callo por anillo
monseñor cortaba arroz.
¿Monseñor martillo y hoz?
Me llamarán subvsersivo.
Y yo les digo lo soy.
Por mi pueblo en lucha vivo.
Por mi pueblo en marcha voy
Tengo fe de guerrillero
y amor de revolución.
Y entre Evangelio y canción
sufro y digo lo que quiero,
Si escandalizo, primero
quemé el propio corazón
al fuego de esta Pasión
cruz de su mismo Madero.
Incito a la subversión
contra el Poder y el Dinero
Quiero subvertir la ley
que pervierte al Pueblo en grey
y al Gobierno en carnicero.
(Mi pastor se hizo Cordero.
Servidor se hizo mi Rey).
Creo en la Internacional
de las frentes levantadas,
de la voz de igual a igual
y las manos enlazadas...
Y llama al Orden de mal,
y al Progreso de mentira.
Tengo menos Paz que ira.
Tengo más amor que paz.
... Creo en la hoz y el haz
de estas espigas caídas:
una Muerte tantas vidas!
¡Creo en esta hoz que avanza
bajo este sol sin disfraz
y en la común Esperanza
tan encorvada y tenaz
Pedro Casaldáliga
Me llamarán subversivo