Mi libro"Hermano islam", editado por Trotta -el vigésimo de mi autoría publicado por tan prestigiosa editorial, a quien expreso mi agradecimiento-, apareció poco antes de declararse el estado de alarma y ha compartido el confinamiento con el autor y con los potenciales o reales lectores y lectoras que me acompañan literariamente en una relación siempre enriquecedora de diálogo e intercambio de opiniones convergentes y divergentes. Es precisamente esa dialéctica de convergencia-divergencia entre lectores-lectoras y autor la que contribuye al enriquecimiento muto.

En mi época de estudiante de teología leí una frase atribuida al padre de la Iglesia Gregorio Nacianceno: “La Biblia crece con sus lectores”. Tenía razón y yo puedo comprobarlo con mis libros, que ciertamente crecen con los lectores y las lectoras, que me plantean interrogantes que me hacen pensar, dudas que me llevan a dudar de mis afirmaciones y aportaciones nuevas en las que no había reparado mientras escribía el libro.

Diría más, en mi caso bien puede hablarse de autoría dialógica, especialmente en este libro, que es el resultado de encuentros, conferencias, congresos, diálogos in situ o en la red con las comunidades musulmanas, sus dirigentes, teólogas y teólogos, especialistas, así como del relato de experiencias y testimonios, asociaciones de diálogo interreligioso, tanto en España como en países de mayoría musulmana: Túnez, Marruecos, Senegal…

A decir verdad, el libro no ha estado confinado del todo, ya que ha contado con personas que, a pesar de las dificultades para adquirirlo, han conseguir acceder a él. Sin embargo, no ha tenido la difusión que pudiéramos esperar por mor de la pandemia, que ha afectado también a la editorial y a las librerías. Con esta reflexión quiero devolver el libro a las estanterías de las librerías y bibliotecas y facilitar el acceso a las personas interesadas en su lectura.

1. El libro es, desde el propio título, una declaración contra la islamofobia que:

Está instalada en el imaginario social, más de lo que a primera vista puede apreciarse y sale a la superficie.

Es fomentada por algunos medios de comunicación social, que hacen de altavoces de dicha islamofobia, a veces de manera inconsciente, lo que no les exime de responsabilidad.

Es reforzada por las tendencias cristianas fundamentalistas, cada vez más extendidas, que siguen creyendo que su religión es la única verdadera y el único camino que lleva a la salvación.

La islamofobia que no se queda en el discurso, sino que a veces pasa a la acción violenta y llega a matar, como se aprecia en atentados terroristas contra las personas e instituciones musulmanas, como también lo hace el terrorismo de los grupos que se definen como musulmanes y dicen matar en nombre de Dios, convirtiéndolo en un asesino, como afirma Saramago.

2. Lo que pretende el libro es el reencuentro con un hermano con el que nos hemos peleado muchas veces y con el que quiero hacer las paces, ya que constituye nuestra alter-identidad, como afirma el prestigioso arabista Pedro Martínez Montávez, y es parte fundamental de nuestra historia y ha conformado nuestra cultura.

En él intento superar no pocos de los estereotipos, casi siempre negativos, sobre el islam y la ignorancia enciclopédica sobre esta religión. Coincido con Dolors Bramon, profesora y una de las principales especialistas españolas en los estudios árabes e islámicos, en que “España es uno de los países con peor educación respecto al islam”.

Para ello exploro algunas de las dimensiones fundamentales menos conocidas del islam, concretamente seis, a cual más importantes:

a) la Ilustración filosófica en Al-ándalus y la filosofía crítica de la religión con figuras como Ibn Masarra, Averroes, Ibn Jaldún, Avempace, etc.

b) El pluriverso étnico, cultural, político y religioso dentro del mundo árabe-musulmán, que desmiente la falsa idea de uniformidad de las personas y los colectivos musulmanes en el pensar, el creer, el vivir y el actuar.

c) los relaciones entre islam y occidente analizadas desde dos actitudes contrapuestas. Una es la belicista, que sigue la teoría del choque de civilizaciones de Samuel Huntington, sobre todo entre el islam y el mundo occidental, y lo considera como la ley de la historia en el pasado, el presente y el futuro. Otra actitud es el diálogo y la alianza de culturas, religiones y civilizaciones. Entre ambas actitudes me decanto por la segunda, pasando del anatema al diálogo y del paradigma anti y mono al paradigma inter y pluri.

d) la propuesta del diálogo de civilizaciones de Roger Garaudy, pionero también del dialogo cristiano-marxista en las décadas de los sesenta y setenta del siglo pasado, desde una concepción sinfónica de las culturas.

e) el Paradigma de Córdoba como símbolo de convivencia de tres religiones, culturas y lenguas en uno de los momentos más brillantes de la historia de España en todos los terrenos: una convivencia no sin conflictos.

f) La mística cristiana y el sufismo como superación de los fundamentalismos y lugar de encuentro de religiones y espiritualidades.