César Vidal: El Jesús de Pagola, un filósofo progre y emasculado/capado

Hoy 13 de julio, César Vídal, estrella de la Cope, ha publicado una recensión sobre el libro de Pagola, en el periódico La Razón. Una vergüenza. Así quiero decirlo. César Vidal es un hombre que sabe, un erudito. Puede ser un buen novelista, no lo sé. Es una enciclopedia andante, con ayudantes o sin ellos, no lo dudo. Tiene inmensos conocimientos y es, quizá, un gran comunicador (aunque no es mucho lo que le oigo en la Cope), pero no es un cíentífico y lo que dice sobre el libro de Pagola no tiene autoridad académica. Vidal puede ser católico o protestante, puede ser buen cristiano, no me meto, y es muchísimo lo que sabe de "historia" pero su opinión es de poco peso. En este contexto, para aviso de lectores, quiero decir tres cosas sobre la ciencia de César Vidal, antes de presentar su juicio sobre Pagola.

Tres anotaciones sobre César Vidal

Leí el año el año 1997 la tesis doctoral de C. Vidal sobre el Judeocristianismo, un trabajo de recopilación de datos, para tesis para empezar, como la mayoría de las tesis y le hice una recensión laudatoria... Podría haber sido el comienzo de una gran carrera científica, pero luego C. Vidal ha seguido por otro camino, publicando obras de divulgación sobre muchos temas. Si él no se hubiera metido con Pagola como hace, sin leer su libro y diciendo que su Jesús es un filósofo-progre-emasculado, yo le dejaría absolutamente en paz, pues con lo que sabe puede hacer cierto bien cultural. Lo que no me parece bien es que se tome patente de corso para decir lo que dice de Pagola. Por eso quiero apresurarme a decir que juicio, siendo respetable como todos los juicios, lo es en la medida que brota de un buen conocimiento y resulta justa, cosa que me parece muy dudoso.
Repito que le admiro como erudito, sabe mil cosas, aunque no comparto su visión de las historia (ni de la invasión árabe de España, ni de la Guerra Civil, por poner dos ejemplos). He dicho que me parece ejemplar como novelista, un hombre de gran capacidad. Quiero añadir que publica con gran éxito en varias editoriales comerciales y sabe expandir conocimientos, de lo que me alegro (aunque de forma quizá sesgada). Pero podía haber terminado siendo un científico y no no es, de manera que su juicio sobre Pagola no va a misa. En este contexto quiero ofrecer tres observaciones:

1) C. Vidal ha popularizado temas religiosos e históricos de importancia. Pero sus obras son de divulgación erudita, no de creación. En la Universidad Pontificia de Salamanca, por principio, se decía a los alumnos que no las citaran en los trabajos de investigación o en las tesis doctorales. Lo que C. Vidal decía sola ser de segunda mano y no se podía utilizar para probar algo en trabajos de investigación. Hacía y hace una obra de expansión cultural importante, pero no de creación.

2) C. Vidal publicó hace algunos años un libro de cierta erudición sobre cristianismo primitivo en la editorial española de más prestigio filosófico/religioso (que los entendidos adivinarán sin esfuerzo alguno), pero esa obra no ha sido ya reeditada por aquella editorial, ni por otras de tipo académico. C. Vida es un inmenso comunicador, un fenómeno cultural sorprendente, pro sus obras no se sitúan en un nivel universitario ni de investigación.

3) C. Vidal es autor para bibliotecas eruditas, pro no de investigación. Por eso no aparecen en los círculos académicos. Son obras bien escritas, bien recopiladas... pero recogen las opiniones ya dichas (al menos en los campos en los que yo controlo un poco: documento Q, Qumrán, Iglesia primitiva). Me alegro de que publique, me admira que sepa tanto (¿de dónde saca el tiempo?), incluso me gustaría hablar con él de diversos temas..., pero no creo que sus opiniones sobre el libro de Pagola sean de recibo.

Con estos avisos de fondo me atrevo a citar la recensión de C. Vidal en la Razón de hoy, para decir que puede tener razón, pero que no es científica... El mismo Vida dice que no ha leído el libro de Pagola... pero es dejo con la recensión:


César VIDAL. La Razón 13. 7 08

Hace unos meses me llegó a la Linterna un libro titulado «Jesús» cuyo autor era un tal Pagola. La cristología es una de mis ocupaciones desde hace más de un cuarto de siglo. He dedicado más de un libro al tema y, prescindiendo de las posiciones confesionales que pueda tener cada uno, se me ocurren pocas cuestiones más sugestivas siquiera porque Jesús es la figura más importante de la Historia universal y porque el mundo sería muy diferente -y mucho peor- si no hubiera nacido. Como ya soy can avezado en la lectura de estas obras, realicé sin dificultad varias catas en el libro y llegué a la conclusión de que era un bodrio carente no de sustancia teológica sino de calidad científica. El autor ciertamente se declaraba hijo de la iglesia católica, pero semejante circunstancia no resulta «per se» ni buena ni mala a la hora de enjuiciar una labor profesional. Se puede ser un piadosísimo católico y un pésimo director de empresa, un fidelísimo presbiteriano y un terrorífico contable y un entregadísimo musulmán y un pavoroso fontanero. En resumen, que el texto me pareció malo, malo, malo y, para remate, hasta me dio la sensación de que el autor se había quedado colgado en los neo-bultmanianos y, como algún otro detractor de los Evangelios clerical o laico, despedía un olor a naftalina pavoroso. Un par de días después de la pérdida de tiempo que significó leer aquella suma de dislates, Eva Fernández, la redactora de cultura de mi programa, me comunicó que la editorial estaba muy interesada en que entrevistara a Pagola. De manera breve, pero contundente, le expliqué que no existía la menor posibilidad de que lo hiciera porque procuro recomendar libros de calidad y aquél no llegaba ni a la categoría ínfima. Luego llegaron las Navidades.
No me sorprendió que se vendiera el Jesús de Nazaret de Benedicto XVI, porque se trata de una obra muy sólida, de alguien que sabe de lo que escribe y que incluso en un prólogo a la altura de pocos desbarata conceptualmente la metodología de chiste de Pagola y otros como él. Sí me quedé sorprendido cuando me informaron de que el libro de Pagola también tenía una cierta repercusión restringida, eso sí, al ámbito de los religiosos. Finalmente, la honra la Conferencia Episcopal acabó emitiendo una declaración sobre el libro de Pagola que abundaba, como es lógico, en el terreno de lo teológico, y que apuntaba a su carácter deplorable. Hace unas horas, el arzobispo de Granada volvía a señalar el escaso valor histórico del Pagola.
Como ya señalé, he dedicado más de la mitad de mi vida al estudio de las fuentes históricas del cristianismo primitivo. Lo he hecho desde la perspectiva del historiador, cotejando los distintos datos, hostiles y favorables, y la conclusión a la que llegué hace mucho tiempo es que el Jesús de los Evangelios es el verdadero Jesús histórico. Quizá por eso resulta tan incómodo, porque un predicador social a lo Che, o un filósofo progre como el de Pagola son más fácilmente domesticables. Pero el Jesús real, el que murió en la cruz, continúa interpelando al ser humano y lo hace insistiendo en que de eso depende el destino eterno. Debe ser muy molesto cuando tantos pretenden emascularlo, aunque Pagolas o no, nunca lo consiguen.

Conclusión de Pikaza

Ya ven, según C. Vidal, el Jesús de Pagola es un filósofo progre:

-domesticable
-emasculado (DRAE = castrado,


¿Qué les parece? C. Vidas ha publicado muchos textos sobre temas del cristianismo primitivo, pero ninguno de primer mano. Tampoco me parece de primera mano lo que dice aquí sobre Pagola;

¿Sabe Vidal que hay una inmensa discusión sobre el Jesús-filósofo, en línea cínica, por ejemplo? ¿Es por ahí por donde sitúa a Pagola?
¿Qué es lo progre para Vidal? ¿Quiénes son hoy los filósofos-progres entre los que entraría Jesús?
¿Qué es un Jesús emasculado? ¿Un Jesús hermafrodita, no masculino... un Jesús mujer y amigo de mujeres?
Pero sería bueno que respetara a otros, como Pagola, que han trabajado de primera mano.
- No sé si Vida sigue comparando al Jesús de Pagola con el Che, pero el tema me interesaría... pero dejemos por hoy la materia.

Mañana y pasado volveré a ofrecer un pequeño juicio sobre el libro de Pagola. Habrá muchos que opinen que mi juicio no es de recibo... y tendrán algunas razones para ello. Pero he leído el libro de Pagola, cosa que Vidal no ha hecho (él mismo lo dice).
¡Qué país éste donde C. Vidal pasa ante muchos como el intelectual de España! ¡Qué dirían Ortega y Unamuno si levantaran cabeza!
Voy a estar unos días fuera... sin entrar el internet... A la vuelta retomaré el tema, si ha merecido la pena.
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