EFETA, una escuela de teología para todas (y todos)


Mujer semáforo, mujer fiera
Semáforo. Ha aparecido estos días un libro, cuyo autor no quiero citar, donde se dice que el sexo femenino es como los semáforos: hay momentos en que uno puede avanzar en la conquista, momentos en que tiene que pararse, pues se pone en rojo. Hay otros momentos de parpadeo en que se puede tatear, pero con precaución"….. o, al menos, así lo asegura el autor del libro Sex Code… Todo se mira desde el varón, que es el que cuenta de verdad. La mujer empieza siendo un objeto (aunque puede transmitir señales… como suelen hacer las hembras en celo) ¡Perdonad mujeres! Podéis ver el tema en Periodistadigital de hoy (26 del XI de 2007)
Fiera. Un Cardenal de la Iglesia Católica, de cuyo nombre sí quiero acordarme (llamado J. Medina Estévez, el que presentó al Papa Benedicto XVI, el día de su nombramiento), en una reunión de formadores de seminaristas, en la que yo también participaba con ponencia (el año 2001), nos dijo que las mujeres eran los más bellos animales de circo: naturales, atrayentes, con un inmenso potencial de ternura y de violencia destructora... Por eso, un buen seminarista y luego un buen “sacerdote” debía ser un domador experto; tenía que respetarlas siempre, tratarlas con cuidado, pero sin dejarlas salir nunca de la jaula, ni acercarse a ellas; pues sólo así, desde la jaula (¿un circo de clausura?) pueden las mujeres animar la fiesta de la iglesia (que es fiesta de varones domadores).
No sé con qué imagen quedarme. Por lo menos la mujer-semáforo puede ser dueña de su propia señal: poner verde cuando quiero, o quedarse siempre en rojo… o apagarse para ir descansar tranquila… La imagen de la fiera ya la conocía: desde que fuimos niños nos han hablado de la “fierecilla domada” o de la indomable amazona, de la mujer arpía o de la mujer gatita de la casa.
No rengo respuestas claras… pero creo que son ellas, las mujeres las que tienen que decirnos a los hombres lo que son y lo que quieren; y nosotros los hombres tenemos que decir a las mujeres lo que somos y queremos. Y decirnos juntos, corrigiéndonos unos a otros, pues unos y otros somos siembra de palabra, unos y otros somos tierra, para utilizar la imagen de la parábola de Marcos 4. Por eso me parece genial que las mujeres estudien teología y hagan su propia escuela… (dejando la puerta de su jaula abierta para los hombres, es decir, sin jaula, en la Univesidad pública, sin limitaciones de sexo).
Nota y aviso. Han acusado a veces a EFETA de que sólo es de mujeres y eso es mentira, pues yo he podido entrar y entran y estudian varones. En este contexto debo recordar que el Cardenal Medina es uno de los responsables de que en los seminarios y centros de estudios para sacerdotes no pueden estudiar ya mujeres (como en los viejísimos tiempos, después que habían empezado a estudiar, tras el Vaticano II). Eso significa que (por poner un ejemplo) hay en España unos cincuenta centros de estudio de teología (quizá un poco menos…), subvencionados por todos los cristianos (y los ciudadanos), donde no pueden estudiar mujeres. ¡Ésta sí que es o puede ser una teología machista, sólo para varones!.
Los buenos varones, al tipo Medina, no quieren fieras en la escena publica, porque distraen o porque son difíciles de ser domadas. Los seminarios son centros sólo para varones, futuros domadores (bueno, esto es quizá broma, porque no todos en la Iglesia y mucho menos en los seminarios comparten las ideas de J. Medina). Las mujeres tienen otros centros mixtos… y así hay que formar en las diócesis dos centros, donde se dice lo mismo, pero dos veces, a dos grupos distintos. A la mañana sólo para los seminaristas. A la tarde para chichos y chicas, pero no seminaristas, repitiendo lo mismo…¿No os parece que esto sí que es discriminatorio, no lo de EFETA, que es para chicas…. Y chicos, bueno, para mujeres y hombre. Pero voy a la carta de Lucía. Es como sigue:
Lucía Ramón: Efeta: Mujeres con vocación en la Iglesia
A muchas personas, especialmente mujeres, nos sorprende esta afirmación: ¿es que el Espíritu puede haber enmudecido? ¿No será que estamos sordos? Cuando las mujeres nos sentimos llamadas a tareas que van más allá de los roles estereotipados de “monja hacendosa y silenciosa” y “madre de familia sacrificada y feliz”, encontramos pocas palabras de aliento a nuestro alrededor. Especialmente si el Espíritu nos llama a poner palabras a nuestro enorme caudal de energía espiritual y capacidad de discernimiento. Tampoco es fácil acceder de forma sistemática a la teología elaborada por mujeres. Hace poco más de un año inició su andadura la Escuela de Teología Feminista de Andalucía (EFETA), una oferta formativa teológica on-line que quiere poner la teología al alcance de todas las mujeres, tanto españolas como de otros rincones del planeta. En EFETA creemos que otro mundo, otra teología y otra Iglesia más inclusiva y justa con las mujeres son posibles. La Escuela surge en un contexto universitario y desde la conciencia clara de que en las religiones se habla mucho de las mujeres y a las mujeres, pero apenas se escuchan sus voces. Las mismas mujeres tienen dificultades para articular su experiencia por un déficit de formación teológica o por una formación teológica deficiente y con un claro sesgo patriarcal. Ciertas teologías que ignoran sus perspectivas, las devalúan o incluso las niegan, las han desalentado. ¡Qué pérdida tan lamentable para todos!
En EFETA creemos que su sed de un conocimiento teológico bien fundamentado, riguroso y crítico con una visión patriarcal de la religión y de la sociedad merece una respuesta formativa que esté a la altura. Estamos convencidas de su potencial para liberar la creatividad espiritual y teológica de las mujeres y de los varones que están cansados de ver la realidad con un sólo ojo, desde una perspectiva unilateral. También para ellos está pensada la Escuela, pues esta revolución de la inclusividad la tenemos que hacer entre todos. Ya desde el comienzo se sumaron al proyecto y hoy están presentes en la gestión, en el alumnado y en el claustro, porque la perspectiva feminista es verdaderamente inclusiva y no sexista. Con el inicio del curso todos nos hacemos nuevos propósitos. Desde EFETA te proponemos iniciar una aventura apasionante. Te invitamos a invertir energías en formarte y abrir tus horizontes vitales e intelectuales. Aún estás a tiempo Comenzamos el curso el 22 de Octubre. ¿Te animas? Te esperamos en www.efeta.org