Para continuar el camino de renovación iniciado, el Papa confirma al cardenal Tomasi que como su Delegado "goza de todos los poderes necesarios para decidir las cuestiones que puedan surgir para la ejecución del mandato", incluyendo "la facultad de asumir aspectos del gobierno ordinario de la Orden, incluso derogando, si es necesario, la actual Carta Constitucional y el actual Codex Melitense, así como resolver todos los conflictos internos de la Orden ex auctoritate Summi Pontificis".
Además, de cara al próximo Capítulo, el Papa Francisco también confiere "expresamente" al Delegado para la Orden de Malta otros poderes, que el texto enumera: "convocar el Capítulo General Extraordinario para la fecha que usted determine y copresidirlo; definir un reglamento ad hoc para la composición y celebración del Capítulo General Extraordinario; aprobar la Carta Constitucional y el Código de la Orden; proceder a la renovación del Consejo Soberano de conformidad con los nuevos textos reglamentarios; convocar el Consejo de Estado compuesto para la elección de un nuevo Gran Maestre".
"Obediencia y respeto"
Francisco, añade, está seguro de que "toda la Orden, a todos los niveles, cooperará de buen grado" con el cardenal Tomasi "en un espíritu de auténtica obediencia y respeto".
Al tiempo, Bergoglio expresa su apoyo a "las numerosas obras de caridad que lleva a cabo con su encomiable trabajo" a través de sus miembros y voluntarios en diferentes partes del mundo", siendo fieles "a los objetivos de la Orden de defender la fe y servir a los pobres, los enfermos y los débiles".