La reflexión del Papa para este Miércoles Santo Catequesis de Francisco: "No importa alejados que estemos, nuestro Padre deja siempre la puerta abierta"

En la reflexión preparada por el Pontífice para la Audiencia General del Miércoles Santo, anulada por la convalecencia en curso, el Santo Padre recuerda la parábola del Hijo Pródigo y asegura a los fieles que no importa lo lejos que nos hayamos desviado, nuestro Padre amoroso nos espera con los brazos abiertos
| Sebastián Sansón Ferrari
(Vatican News).- Aunque la Audiencia General de este Miércoles Santo,. 16 de abril de 2025, fue cancelada debido a la convalecencia del Papa Francisco en la Casa Santa Marta, la Oficina de Prensa de la Santa Sede ha compartido el texto de la catequesis preparado por el Santo Padre. En esta ocasión, prosiguiendo su ciclo de meditaciones "Jesucristo, nuestra esperanza", el Pontífice ofrece una reflexión sobre la parábola del Padre Misericordioso, contenida en el capítulo 15 del Evangelio de Lucas.
Francisco recuerda que las parábolas de Jesús, inspiradas en escenas de la vida cotidiana, tocan lo más profundo del corazón humano: “Nos provocan y nos piden que tomemos posición: ¿dónde estoy yo en esta narración?”.

Luego se centra en los personajes de la conocida parábola del hijo pródigo, destacando que tanto el hijo menor como el mayor están perdidos a su manera. El menor, porque se aleja buscando libertad en el egoísmo; el mayor, porque aunque permanece en casa, guarda en su corazón orgullo y resentimiento.
El amor que restaura y da esperanza
El Santo Padre explica que el verdadero amor es siempre un compromiso, y que quienes viven solo para sí mismos terminan perdiéndose. "Solo cuando vivimos para alguien vivimos de verdad", afirma.
El hijo menor, movido por el hambre de afecto, regresa esperando apenas unas migajas, pero se encuentra con un padre que corre a su encuentro y lo abraza sin condiciones. "Solo quien nos quiere de verdad puede liberarnos de esta visión falsa del amor", escribe el Sucesor de Pedro, haciendo referencia a la necesidad de experimentar el perdón para comprender la verdadera libertad del corazón.
En un hermoso detalle, Francisco recuerda el famoso cuadro de Rembrandt sobre el regreso del hijo pródigo, destacando las manos del padre: una masculina, otra femenina, simbolizando la fuerza y la ternura del abrazo divino.
Una puerta que siempre está abierta
Francisco también dedica una reflexión al hijo mayor, que representa a quienes cumplen externamente con sus deberes, pero cuyo corazón se ha endurecido. En su actitud, el Santo Padre capta una advertencia para todos: “Es posible quedarse en casa, pero estar lejos del corazón del Padre".
Sin embargo, el mensaje central permanece lleno de esperanza: el Padre sale al encuentro de ambos hijos, y deja la puerta abierta para todos.
"Este es el motivo de la esperanza: podemos tener esperanza porque sabemos que el Padre nos espera, nos ve desde lejos y siempre deja la puerta abierta"
El Papa invita finalmente a todos los fieles a situarse en esta historia y a pedir la gracia de volver a casa, al amor del Padre que no se cansa de esperar.
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