"Ambos son contra la vida, el que expulsa a los migrantes y el que mata a los niños" Francisco, ante el pulso Harris-Trump, insta a votar al mal menor: "Que cada uno lo haga según su conciencia"
"El aborto es matar a un ser humano (...), la Iglesia no permite el aborto porque es un asesinato y esto lo tenemos claro"
"Yo no soy estadounidense y no voy a votar pero entre esa señora (Harris) o ese señor (Trump) que cada uno lo haga según su conciencia"
"Yo no soy estadounidense y no voy a votar pero entre esa señora (Harris) o ese señor (Trump) que cada uno lo haga según su conciencia (...). Ambos (casos) son contra la vida, el que expulsa a los migrantes y el que mata a los niños". El Papa Francisco invitó este viernes a elegir "el mal menor" en las elecciones en Estados Unidos, al referirse a que ambos candidatos, Donald Trump y Kamala Harris, no defienden lo suficientemente la vida, ya sea la de los inmigrantes o la de los no nacidos. Unas declaraciones que coinciden, casi al completo, con el análisis publicado en estas páginas por nuestro corresponsal, Hernán Reyes Alcaide.
Durante el vuelo de regreso de su periplo por Asia y Oceanía, Francisco lamentó que "expulsar a los migrantes, no darles capacidad de trabajar ni acogida es un pecado grave", subrayando que "·quien no acoge a un migrante comete un pecado contra la vida". Así, el Papa recordó su viaje a la frontera con México y el episodio de los zapatos de los migrantes que mueren tratando de cruzarla. "Hay una corriente de migrantes que llegan de América central y son tratados como esclavos".
En cambio, sobre el aborto, que calificó como "un asesinato". "Es matar a un ser humano (...), la Iglesia no permite el aborto porque es un asesinato y esto lo tenemos claro".
"En la moral política, por lo general se suele decir que no votar es malo, no es bueno. Hay que votar y hay que elegir el mal menor. ¿Quién es el mal menor? ¿Esa señora o ese señor? No lo sé, que cada uno en conciencia piense y haga esto", recalcó.
Durante el trayecto sobrevoló Indonesia, Malasia, Tailandia, Myanmar, India, Pakistán, Afganistán, Tayikistán, Uzbekistán, Turkmenistán, Azerbaiyán, Georgia, Turquía, Grecia, Albania y, al arribar a Italia, el Santo Padre envió los habituales telegramas a los Jefes de Estado, implorando las bendiciones divinas sobre cada nación.
