"La primera vez que escuche la palabra Bulgaria fue cuando mi abuela Rosa me daba el yogur", fue la anécdota que contó el papa Francisco a su llegada a Sofía cuando el primer ministro, Boyko Borisov, le regaló un gran bote con este producto muy consumido en Argentina.
Francisco llegó hoy a Bulgaria y en el aeropuerto de la capital mantuvo un breve encuentro con el primer ministro que le entregó varios regalos, entre ellos el yogur y ante las grandes dimensiones del bote le recordó al papa que se puede usar para varios platos y no solo en el desayuno.
"Es el producto, que todo el mundo asocia con nuestro país, es muy conocido por el papa Francisco desde su niñez en Argentina", había destacado el Gobierno búlgaro en una nota en vísperas de la llegada del pontífice argentino.
El yogur búlgaro, considerado elixir de longevidad, alimento, medicamento, desintoxicante y elemento dietético fue inventado hace más de un siglo por un búlgaro, Stamen Grigorov, en 1905.