En busca de conversión, no de obediencia: Doce años del Papa según su amigo y discípulo Mario J. Paredes: "Francisco es un rico de pensamiento evangélico y persuasión, un hombre admirable a los 88 años de edad"

Mario J. Paredes
Mario J. Paredes

El doctor Mario J. Paredes fue entrevistado por la periodista Denisse Oller en su podcast ¡A Cualquier Edad! sobre el papa Francisco, la obra, los retos y el legado de estos doce años de pontificado

Mario es director ejecutivo de Somos Community Care, una organización sin fines de lucro que sirve a los más necesitados de Nueva York y fue discípulo de Bergoglio cuando este era profesor de Literatura en la Universidad Jesuita de Buenos Aires. Posteriormente, han compartido amistad y colaboración durante décadas

"A Francisco se le ha puesto la etiqueta de ser liberal y de ser radical, pero el papa es un hombre de Dios, sin lugar a dudas, que tiene muy claro un principio: primero el Evangelio. No el ser papa, sino el Evangelio de Jesús"

"Quien venga elegido como el nuevo pontífice de la Iglesia tendrá, necesariamente, que asimilar y recibir que hay una dirección ya marcada en un mundo moderno donde no podemos estar mirando hacia atrás, sino mirando de cara al futuro"

Con 88 años de edad y una salud muy frágil, el 13 de marzo de este año el papa Francisco cumplió doce años de ministerio petrino. Su elección hizo historia por ser el primer papa de la orden Jesuita y el primer sumo pontífice latinoamericano, conocido por su humildad, su amor por los pobres y su compromiso de diálogo con personas de diferentes orígenes y credos.

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Hoy hablamos de su obra, de los retos que ha enfrentado y su legado con uno de sus discípulos de la Universidad Jesuita de Buenos Aires, amigo y colaborador durante décadas, el Dr. Mario J. Paredes, director ejecutivo de Somos Community Care, una organización sin fines de lucro que sirve a los más necesitados de Nueva York. 

Mario J. Paredes y  Denisse Oller
Mario J. Paredes y Denisse Oller

-Don Mario, muchísimas gracias por su tiempo y por concedernos esta entrevista. Quiero empezar con aquellos años de universitario en Buenos Aires. Usted tuvo el honor y el privilegio de conocer al Papa cuando era su profesor de filosofía.

¿Qué recuerda esas primeras impresiones, esas imágenes que han quedado grabadas?

-Jorge Mario Bergoglio, el nombre del papa en Argentina, fue un hombre inquieto. Él es profesor de filosofía y teología, pero yo fui a sus clases de literatura. Un amante de la literatura, un amante de la poesía, un amante del tango. Sí, él escucha tango hasta el día de hoy en su residencia en Roma. Y un amante del fútbol, pertenece al San Lázaro, y tiene un carné de pertenencia a ese equipo.

Sí, era, sin lugar a duda, un hombre original. Pero muy formal. Estricto, seco, distante pero caballero; siempre sin alzar la voz a sus alumnos, daba sus clases y se retiraba.

Ese era el Francisco, joven sacerdote jesuita que yo conocí en el año 69.

-Usted dice que es muy serio, yo hubiese pensado todo lo contrario.

-Tal vez porque el mundo ha conocido al Francisco papa y hay algo que debemos reflexionar: su elección vino con una gracia especial que lo hace ser diáfano, alegre, sencillo y risueño…, le encantan los chistes.

Papa Francisco y Mario J. Paredes
Papa Francisco y Mario J. Paredes

-¿Sí?

-Sí, sí, se ríe mucho y hace bromas. Yo llevé un grupo de médicos de Nueva York a Roma a una entrevista con el Santo Padre y uno de los miembros de nuestra red de médicos, una doctora, le dijo "Santo Padre, yo rezo mucho por usted". Y él le respondió, "¿a favor o en contra?".

-¿Cuál ha sido su mayor reto, diría usted?

-Las finanzas.

-¿Mayor que el escándalo por pedofilia?

-El escándalo de las finanzas fue algo muy feo para una institución religiosa que debe estar al lado de lo correcto. Tener escándalos financieros dice mucho.

-Pero el escándalo por pedofilia también.

Nadie niega los escándalos por pedofilia. Pero eso es responsabilidad del obispo local. El encargado de las iglesias de cada diócesis tiene que enfrentarla, o la Conferencia Episcopal de cada país. El Papa no se puede transformar en policía. Sin embargo, sí da ejemplo. Él instituyó una comisión especial, que la dirige actualmente y desde sus inicios el Cardenal de Boston, cardenal Seán P. O'Malley.

Francisco ha dado cientos de discursos a ese respecto. Y siempre que viaja, se reúne con las víctimas de abusos sexuales. Y ha indicado a todos los obispos a que debe hacerse justicia.

En los anteriores pontificados, el abuso sexual era un pecado. Usted se confesaba, se arreglaba. Pedía perdón. Pero resulta que el tiempo ha cambiado y no es solo un pecado. También es un crimen. Y por lo tanto, tiene que enfrentar el sistema legal. Y eso le ha dado un giro a la redonda,a todo ese drama humano de los abusos. Pero tener la mafia metida en el Banco del Vaticano es también grave.

-¿La mafia?

-Sí. Hubo de eso. El expresidente del Banco Vaticano murió colgado del puente de Londres. ¿Por qué lo colgarían?

-¿Diría usted que el camino Papa, en su misión por llegar al pueblo de Dios, a su gente, ha estado libre de escollos? O, más bien, ha sido un camino complejo y con muchas dificultades, no solo fuera de la iglesia, sino incluso dentro de la misma iglesia?

-Usted dice bien; ha sido un camino con escollos porque, al final, los cambios implican persuadir, más todavía de parte de un hombre que quiere ser pastor y quiere dar ejemplo de bondad y misericordia. Y no es fácil cuando tiene súbditos, por decirlo, siendo él el único monarca que existe absoluto hoy en día en la tierra.

La gente, si obedece, obedece más que nada por la autoridad que tiene el Papa, pero no necesariamente por la conversión. Y lo que el Papa busca es cambio, conversión.

-El Papa Francisco tiene una visión amplia, algunos dirían que liberal ¿Es liberal, diría usted? ¿Y qué significa eso? Porque es una designación muy vasta.

-Es bueno que lo pregunte, porque se le ha calificado de comunista, se le ha puesto la etiqueta de ser liberal y de ser radical. De estar alineado con sectores de la sociedad que están a la izquierda.

Y la ultraderecha católica lo ve como un hombre antagónico que crea separación, crea sus discursos, sus enseñanzas, sus encíclicas, sus viajes crean tensión por eso.

Pero el Papa es un hombre de Dios, sin lugar a dudas. Es un hombre sencillo y es un hombre que sí tiene muy claro un principio: primero el Evangelio. No el ser papa, sino el Evangelio. Y el Evangelio significa la palabra de Dios encarnada en la persona de Jesús, porque Jesús es el rostro de Dios.

Primero el Evangelio, dirá siempre Francisco, y es lo que ha hecho.

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-Sin embargo, su acercamiento, por así decirlo, a regímenes como el de Putin o de Maduro, o sus pronunciamientos con respecto a los palestinos, y su apoyo al sector trabajador, le ha costado muchas críticas.

Sin lugar a dudas ha sido muy criticado, pero él, desde el día uno, dijo "la Iglesia es la Iglesia de los pobres, de los sin voz, y la Iglesia debe ser pobre". Durante su pontificado ha organizado múltiples reuniones con organizaciones comunitarias alrededor del mundo y convocadas en el Vaticano, también, como reuniones anuales para, claramente, decir a todo el Colegio Episcopal que gobierna la Iglesia junto con él, que los pobres son un lugar privilegiado en el seno de la comunidad de fe. Y, por ello, él aboga porque los pobres sean atendidos desde lo espiritual, a lo material.

-Y hablando de los pobres y de los creyentes, muchos de sus pronunciamientos también han sido polémicos, como por ejemplo sus palabras sobre la bendición a parejas del mismo sexo, la migración, las guerras y sus consecuencias del medio ambiente, etc. Él no teme decir lo que realmente piensa, independientemente de las reacciones, digamos.

-Él no tiene temores, es muy transparente, muy diáfano. Estoy seguro que la curia no se siente cómoda, que el gobierno central de la Iglesia católica no se siente cómodo con él cuando toca estos temas. Pero él cree profundamente en el Evangelio y tiene que enseñar el Evangelio. Es la palabra de Dios, del Dios encarnado, que es Jesús.

Así, si queremos realmente ser personas de fe, miembros de esta comunidad llamada Iglesia católica, pues tenemos que tener muy claro que el fundamento, la base, la esencia de ser religioso tiene que conectarse con el tema del Evangelio. Y para eso hay que conocer el Evangelio, hay que leerlo, hay que meditarlo y hay que practicarlo.

-Pero, volviendo a un tema que ha sido controversial y sigue siéndolo, la comunidad LGBTQ ha sentido que, por más que el Papa ha hecho pronunciamientos a su favor, no se ha hecho lo suficiente por aceptarlos ni por admitirlos; porque se les respeten sus derechos como seres humanos, como hijos de Dios.

-Yo creo que hay una lectura equivocada de lo que ha hecho el Papa en favor de los grupos que tienen diferencias marcadas en la sociedad, como puede ser el movimiento gay, los matrimonios de mismo sexo, el LGTB…

Si recordamos, el primer año de su pontificado en Brasil le preguntaron sobre este tema y la respuesta fue que se quedó clavada en la historia, "¿quién soy yo para juzgar?"

Por lo tanto, él ha invitado a miembros de la comunidad gay a compartir con él en su residencia, a escucharlos. Como ha reunido a las familias de las víctimas en su residencia. Como ha reunido a personas que se han cambiado el sexo… porque se trata de la persona, no de una cosa. Y esta es la diferencia que tiene el Papa en su percepción porque es un rico de pensamiento evangélico.

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-Otro tema de vital importancia para su santidad ha sido la migración y el dolor que esta ha causado a millones de personas en todo el mundo. ¿Qué me puede comentar sobre las palabras y el trabajo del papa al respecto?

-El Papa, con sus viajes y con su propia vida, sabe el rol y la importancia que tiene el movimiento migratorio a nivel mundial. Y hoy no estamos viviendo solo un momento migratorio; estamos viviendo un drama humano migratorio. Hay millones de millones de personas por todo el mundo que están errantes, en condiciones trágicas la mayor parte de las veces. Él es un gran defensor de que se reconozca la dignidad humana y que a cada persona se le dé el trato que merece como ser humano.

El presidente Trump, este año, ha dado una serie de instrucciones ejecutivas para frenar el problema migratorio en los Estados Unidos. Y esto contempla cárceles, contempla arrestos, etc. Y el Papa se vio en la obligación de escribirle a todos los obispos de su iglesia en los Estados Unidos -300 obispos hay en este país católico haciéndoles saber que deben defender a los inmigrantes para trabajar por el cuidado, por la identidad de esas personas a quienes las circunstancias de la vida los ha llevado a ser inmigrantes. Nadie emigra para hacer poesía. Todos emigramos porque queremos superar las condiciones de vida y porque queremos, realmente, realizarnos como personas al servicio de la comunidad, de la sociedad y de nuestras propias familias.

¿Usted me podría hacer una radiografía de la valoración que le dan los católicos en Estados Unidos a Francisco, tanto la jerarquía como los laicos?

-No es un secreto que en el episcopado americano hay un sector de los obispos que no está de acuerdo con el Papa. No lo explicitan abiertamente, pero más de uno lo ha hecho; ha sido crítico y ha generado noticias a nivel nacional llevando al cisma de la Iglesia porque la comunidad de fe no puede darse el lujo de tolerar que al vicario de Cristo, al hombre que lleva la responsabilidad de alimentar al pueblo de Dios, vengan miembros que alzan su voz contrariamente.

Es decir, hay canales para manifestar los desacuerdos, pero cuando se sale de esos canales, pues no es correcto, no debe aceptarse. Y ha sucedido.

Somos unos 70 millones de católicos en este país. Gran parte de esos 70 millones son de habla hispana. El gran pueblo de Dios está con el Papa, lo celebra y reconoce en el Papa una fuente de energía espiritual que ha ido transformando a la Iglesia y la ha llevado por caminos más seguros de sencillez, de bondad, de misericordia, de justicia, de relaciones humanas.

Luego hay un sector, que es reducido, de católicos de derecha, laicos, influyentes porque tienen capitales, dinero, nombre, profesiones… Pero ellos están más en la resistencia por la tradición, porque el Papa no usó los zapatos rojos que en la tradición se usaban, porque no se puso ciertos ornamentos que en la tradición se usaban. Entonces, esta gente siente como que, bueno, este Papa no toma la cosa en serio. Pero, ¿quién dijo que es en serio ponerse zapatos rojos? Existe. Pero la valoración sobre el pontificado de Francisco a favor es muy amplia.

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-Este pontificado ha marcado una diferencia grande en la Iglesia Católica. ¿Me podría decir especialmente en qué aspectos?

-Bueno, aquí el legado de Francisco es muy amplio. En doce años de pontificado él ha abogado por las reformas sociales que deben existir en toda comunidad, ya sea en un continente, un país, etc. Y claramente, la justicia económica social es un deber que hay que enfrentar.

Otro campo en el que Francisco ha abogado es el liderazgo sobre el medio ambiente. Está muy preocupado y se le ha unido el patriarca de Constantinopla, que es una figura importante en el mundo, de la Iglesia Ortodoxa. Están muy en sintonía en este tema. De ahí surge el escrito del Papa sobre Laudato si', la casa común, donde el papa articula toda una visión humanista sobre cómo nosotros debemos cuidar el medio ambiente.

El otro gran tema es la reforma de la Iglesia, que ha tomado años porque, lo hemos dicho antes en esta conversación, son dos mil años de historia. No es fácil quitar el polvo y todo lo que se le va acumulando a una institución vieja y él lo ha hecho con cuidado, con paciencia, con tiempo. Pero los cambios han ido realmente solucionando problemas serios que la Iglesia ha acumulado por años.

Un campo más es la inclusión. La inclusión, sobre todo de estos grupos nuevos que han aparecido en las últimas décadas como son el LGTB, abogar por matrimonios del mismo sexo o los cambios de sexo… Eso no significa que el Papa está aprobando, pero sí significa que tiene humanidad para ver a esas personas, que son hijos e hijas de Dios.

Mario Paredes
Mario Paredes

-¿El sucesor de Francisco, cree usted que seguirá su línea de pensamiento y de acción?

-Es difícil especular, pero sí hay algunos datos. El Papa ha elegido a la gran mayoría de los cardenales que van a votar en el cónclave. El Colegio Cardenalicio está, principalmente, hecho a la imagen y semejanza de Francisco en su mayoría. Por lo tanto, se subentiende que de esa escuela va a salir alguien que va a continuar en esa línea. Y si no es así, no se puede ignorar el legado del Papa Francisco.

Quien venga elegido como el nuevo pontífice de la Iglesia tendrá, necesariamente, que asimilar y recibir que hay una dirección ya marcada en un mundo moderno donde no podemos estar mirando hacia atrás, sino mirando de cara al futuro.

-Por último, ¿cómo será, en su opinión, recordado el Papa Francisco?

-Un gran hombre de Dios. Una persona que reconoce todas sus limitaciones humanas. Una persona que pide perdón y que por eso puede ser nombrado como el 'papa de la misericordia'.

Él le dice a los curas, "cuando vayan al confesionario y vengan los penitentes a confesarse, no crean que ustedes son oficiales de inmigración en el confesionario o policías que están urdiendo qué cosas malas ha hecho un penitente. Simplemente, ofrezcan el corazón y denle la libertad al penitente de que descubra el amor de Dios en su propia persona. Y así, esa invitación cambia a la persona humana".

Es, indudablemente, un papa rico en misericordia, un hombre admirable a los 88 años de edad.

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