¡Jesús, Pobre y Crucificado, que amas a los humildes! ❤(I-II) ¡Conozco a Cristo, pobre y crucificado, y eso me basta! (S. Francisco de Asís)
¡Para ser Humilde!
No pretendas otra cosa, y fíjate en mí.
¡Sé el último conmigo, en el pobre que soy!
En el más desvalido y serás el primero conmigo.
¡Sé el último conmigo, en el pobre que soy!
En el más desvalido y serás el primero conmigo.
| Alfonso Olaz
En memoria a nuestra hermana Tere Elizalde (OFS) de la Fraternidad de Pamplona. España.
¡Jesús, Pobre y Crucificado, que amas a los humildes!
¡Para ser Humilde!
No pretendas otra cosa, y fíjate en mí.
¡Sé el último conmigo, en el pobre que soy!
En el más desvalido y serás el primero conmigo.
¡No desees nada y ya tendrás todo!
Como el pobre del Evangelio
¡No te preocupes de tu imagen y serás imagen mía!
¡En el rostro del pobre, ahí estoy yo!
¡No quieras convencer con tu palabra!
Y convencerás con tu vida
Con la mirada del pobre Jesús
¡No te preocupes de tu vida!
Ocúpate de la mía y seré yo tu vida,
Para asemejarte a Jesús pobre.
¡No hagas cálculos con tu vida!
Y yo te enseñaré sus medidas
Las medidas de los pobres, son las mías.
¡No busques ser reconocido!
A mí todos me abandonaron…
Para luego Jesús, yo poder reconocerte en Todos…
Y en los más débiles de mi casa
¡No tengas prisa en amar!
Ten prisa, con mis anhelos
para ser Oración perpetua
Y recitar la oración del pobre.
¡No esperes, ni confíes, ni te agobies por nada!
Confía sin medida, con mi esperanza, en mi lógica divina
Y la ansiedad, la depresión, no te tocarán.
¡El pobre Jesús confía, confía…!
(II) ¡Conozco a Cristo, pobre y crucificado, y eso me basta! (S. Francisco de Asís)
¡Vacíate conmigo, amigo mío!
Para Agotándote sobre mí
Descansar ya junto a mí.
Al lado del Jesús pobre.
¡Ama sin medida, sin esperar nada!
Para entregarte ya, lo que yo ya quiero.
Y entenderás lo que yo anhelo
Hacerme pobre como tú.
¡¡Ama mucho a mi Madre!!
Y por ella recibirás lo que tengo preparado para ti.
Madre del pobre, todo lo puede en el nombre de Jesús pobre.
¡Ama mucho al mundo, al pobre, al más débil!
No ames mucho porque tú lo quieras
Sino porque espero
Lo que yo deseo.
Hablar de mí, siendo pobre.
¡No temas lo que de ti bienquiero!
Ni receles de lo que de ti espero
Porque te amo tanto, tanto hijo mío
Que solo quiero tu felicidad conmigo.
¡Ser resucitado por ti!
Para ser tu pobre Crucificado.
Y Jesús me dice;
¡Cree en esto querido hijo!
Porque he conocido el amor de mi Padre
Y todo lo que he recibido a ti te lo entrego sin medida
Porque tú eres mi hijo.
Del Evangelio a la Vida
De la Vida al Evangelio
¡Jesús, Pobre y Crucificado, que amas a los humildes!
¡Para ser Humilde!
No pretendas otra cosa, y fíjate en mí.
¡Sé el último conmigo, en el pobre que soy!
En el más desvalido y serás el primero conmigo.
¡No desees nada y ya tendrás todo!
Como el pobre del Evangelio
¡No te preocupes de tu imagen y serás imagen mía!
¡En el rostro del pobre, ahí estoy yo!
¡No quieras convencer con tu palabra!
Y convencerás con tu vida
Con la mirada del pobre Jesús
¡No te preocupes de tu vida!
Ocúpate de la mía y seré yo tu vida,
Para asemejarte a Jesús pobre.
¡No hagas cálculos con tu vida!
Y yo te enseñaré sus medidas
Las medidas de los pobres, son las mías.
¡No busques ser reconocido!
A mí todos me abandonaron…
Para luego Jesús, yo poder reconocerte en Todos…
Y en los más débiles de mi casa
¡No tengas prisa en amar!
Ten prisa, con mis anhelos
para ser Oración perpetua
Y recitar la oración del pobre.
¡No esperes, ni confíes, ni te agobies por nada!
Confía sin medida, con mi esperanza, en mi lógica divina
Y la ansiedad, la depresión, no te tocarán.
¡El pobre Jesús confía, confía…!
¡Vacíate conmigo, amigo mío!
Para Agotándote sobre mí
Descansar ya junto a mí.
Al lado del Jesús pobre.
¡Ama sin medida, sin esperar nada!
Para entregarte ya, lo que yo ya quiero.
Y entenderás lo que yo anhelo
Hacerme pobre como tú.
¡¡Ama mucho a mi Madre!!
Y por ella recibirás lo que tengo preparado para ti.
Madre del pobre, todo lo puede en el nombre de Jesús pobre.
¡Ama mucho al mundo, al pobre, al más débil!
No ames mucho porque tú lo quieras
Sino porque espero
Lo que yo deseo.
Hablar de mí, siendo pobre.
¡No temas lo que de ti bienquiero!
Ni receles de lo que de ti espero
Porque te amo tanto, tanto hijo mío
Que solo quiero tu felicidad conmigo.
¡Ser resucitado por ti!
Para ser tu pobre Crucificado.
Y Jesús me dice;
¡Cree en esto querido hijo!
Porque he conocido el amor de mi Padre
Y todo lo que he recibido a ti te lo entrego sin medida
Porque tú eres mi hijo.
Del Evangelio a la Vida
De la Vida al Evangelio