| Alfonso Olaz
Somos charcas sin aliento
Sueños gastados sin medida
Caminos herrumbrosos
Fantasmas grises
Perdedores en la mala vida.
¡Cuando te aceptamos!
Las charcas recobran el aliento
Recuperamos los sueños gastados
Y aceptamos lo que se fue
para volver a comenzar.
¡Darnos cuenta de lo que somos con Jesús!
Briznas de hierba entre los abrojos y las malas hierbas.
Gotas de rocío, esperando cada madrugada a su hacedor
Notas musicales esperando a loar al Señor Trovador
Para después de todo esto…
Dejar al Trovador
El mejor campo de nuestro corazón.
Y Él, sentado en nuestro campo con nosotros
entre la hierba fresca y las gotas de rocío, tocará con su pensamiento las cuerdas de nuestro corazón.
Nos hará vibrar y estremecer con su laúd hasta que el quiera y como quiera.
Y por donde quiera..
Gotas de rocío
Briznas de hierba
Notas musicales
Nos hará subir hasta las hermanas estrellas, más altas y queridas, con él.
Y desde allí contemplaremos
un poquito más de la luz de su rostro
y veremos un poco más nuestro corazón.
Luego, ya bajando con los sentidos
a los campos de su corazón, aquí en el mundo,
comenzaremos a despertar y mostrar
la mirada de Jesús.
haciendo lo imposible y recuperando lo imposible, para haciendo lo imposible, hacerlo posible.
Porque con Jesús todo es posible, hasta lo imposible.
Para el Trovador del amor sus canciones son de amor, no de imposibles.