¡Pobre Viuda Sara! Que distes de lo último que tenías. Del dinero de tu Padre Dios. El de sus predilectos, los pobres. El dinero de los hambrientos y las viudas. ¡Malditos los ricos fariseos y publicanos que dieron del dinero de los pobres! ¡Pobre Viuda Sara!

¡Pobre Viuda Sara!
¡Pobre Viuda Sara!

¡Eres hija predilecta de Dios por confiar en Él!

¡Saltaste al vacío de su amor y en el tremendo salto que hiciste sin paracaídas, tu padre te acompañó saltando contigo!

¡A los ricos los despide vacíos Por ocuparse de los primeros puestos!

A los pobres los llama para saciarse en su presencia.

¡Pobre Viuda Sara!
¡Pobre Viuda Sara!

Que distes de lo último que tenías. Del dinero de tu Padre Dios.

El de sus predilectos, los pobres. El dinero de los hambrientos y las viudas.

¡Malditos los ricos fariseos y publicanos que dieron del dinero de los pobres!

Que hicieron de su vida una Religión de paja y estiércol

¡Malditos fuisteis por las malditas cercas que levantasteis en las calles de Jerusalén y en el templo del Buen Dios!

Tú  en cambio amada mía ¡Que fe tan grande tenías Sara mujer viuda! ¡¡Que enamorada de Jesús estabas!!

Querida Sara mujer y Viuda: Fuiste Humilde y Sencilla. Porque viviste en la Humildad y Sencillez

El único título que tenías en la Universidad de la vida de Jerusalén 'Catedrática de la Humildad por la Universidad del buen Pastor'

¡¡Hiciste lo más difícil del mundo!! Santificar a tu prójimo, a tus vecinos con tu vida y al templo de Jerusalén, porque fuiste grande, por todo lo que aguantaste en tu vida y ya sabemos que lo que no te mató (toda tu pobre vida) te hizo muy fuerte, más Fuerte.

¡Te hizo muy Grande! ¡Te hizo grande, tan grande como el corazón de Dios como Él mismo!

Con lo que hiciste Dios, tu padre te dio su mirada y te adopto para siempre. ¡¡Ya no te faltará de nada!!

¡Eres hija predilecta de Dios por confiar en Él! Saltaste al vacío de su amor y en el tremendo salto que hiciste sin paracaídas, tu padre te acompañó saltando contigo.

A los ricos los despide vacíos Por ocuparse de los primeros puestos.

A los pobres los llama para saciarse en su presencia.

No hay peor pobreza que un corazón duro que todo lo embarra.

¡No hay mayor riqueza que Confiar en Dios, que todo nos lo da, para que no nos falte de nada! 

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